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Tarancón ahonda en su origen medieval y saca a la luz parte de sus 850 años de historia

En unas excavaciones arqueológicas junto al Arco de la Malena se han descubierto los cimientos de la antigua muralla medieval datada en 1150
Excavaciones arqueológicas junto al Arco de la Malena. Fotos: Santiago D. Domínguez
03/07/2021 - Miguel A. Ramón

La demolición de las antiguas casas parroquiales de Nuestra Señora de la Asunción de Tarancón, adosadas al conocido Arco de la Malena, para construir los nuevos salones parroquiales ha traído consigo abrir un capítulo más en la historia de la ciudad y, en especial, en sus orígenes medievales. Y es que tras derribar los citados edificios, se encargó un estudio arqueológico de estos terrenos, enclavados en pleno barrio del Castillejo, a los arqueólogos Michel Muñoz, de M&M Arqueología y Patrimonio Cultural, y a Santiago David Domínguez Solera, de Heroica Arqueología y Patrimonio Cultural, que llevó aparejadas unas pequeñas excavaciones en la zona más próxima al Arco de la Malena.

Trabajos desarrollados a lo largo del pasado otoño que permitieron sacar a la luz estructuras antiguas y elementos de interés que, según Domínguez Solera, han posibilitado hacer un recorrido lineal por los 850 años de historia del actual Tarancón, cuyos orígenes se enmarcan en este promontorio amurallado del Castillejo, donde, en la actualidad, está ubicada la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.

No en vano, las excavaciones arqueológicas han dejado al descubierto seis metros lineales de cimentación y las primeras hiladas de la antigua muralla medieval, ocultos bajo las casas parroquiales, que los arqueológos datan entre los años 1150 y 1160, coincidiendo con la conquista de Huete y antes de la toma de la ciudad de Cuenca por el rey Alfonso VIII. Escasos restos por los que, sin embargo, “hay que estar agradecidos”, a juicio de Domínguez Solera, porque a lo largo de los siglos se ha ido menoscabando la integridad de la muralla, bien hundiéndola para hacer hueco a nuevas viviendas o, incluso, utilizando sus piedras como material de construcción de otros edificios, por lo que “es una suerte que se haya conservado una parte, aunque sea pequeña”. 

Tarancón ahonda en su origen medieval y saca a la luz parte de sus 850 años de historia

Pero este hallazgo ha servido, además, para constatar fehacientemente que la construcción del Arco de la Malena es posterior a la muralla medieval, no solo por los elementos arquitectónicos defensivos de este emblema de Tarancón,  que data de 1537, sino también por el hecho de que está erigido sobre los restos de la muralla descubiertos en estas excavaciones, tal y como puntualiza Domínguez.

 

ENTERRAMIENTOS

Pero la antigua muralla medieval de Tarancón no ha sido el único hallazgo en estas excavaciones arqueológicas. Y es que dentro del área de intervención se han localizado dos fosas. Algo que no ha sorprendido inicialmente a los expertos, sobre todo, por el hecho de que ese recinto amurallado ha tenido funciones durante siglos de atrio o patio de entrada de la iglesia parroquial, lugar donde durante la edad moderna –entre los siglos XV y XIX– se llevaban a cabo los enterramientos hasta que se optó por realizarlos en los cementerios, a las afueras de las poblaciones. 

Sí ha sorprendido, sin embargo, el descubrimiento de materiales paleolíticos entre el material de relleno; en concreto, instrumentos neardentales del musteriense (paleolítico medio) como núcleos de sílex utilizados como herramientas cortantes, puntas de lanza, etc. Hallazgos que, según aclara, no quiere decir que en esa localización hubiera existido un asentamiento prehistórico como tal, aunque no deja de ser curioso.

Tarancón ahonda en su origen medieval y saca a la luz parte de sus 850 años de historia

ORIENTACIÓN DE LAS TUMBAS

Igualmente, ha llamado especialmente la atención de los arqueólogos la disposición de ambas fosas. No porque estén solapadas una sobre otra, sino por el hecho de que una de ellas –la más antigua– esté orientada al altar de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la otra hacia el Arco de la Malena, lo que, en su opinión, constata que este emblema de la ciudad de Tarancón también fue un símbolo religioso.

No en vano, entre los siglos XVII y XVIII, se acomete la modificación del Arco de la Malena y se introducen elementos religiosos, como es la hornacina con la imagen de la Virgen de Riánsares. Algo que viene a explicar el porqué de ese cambio de orientación de la tumba más reciente hacia la puerta fortificada.

En definitiva, todos estos hallazgos vienen a mostrar, a su juicio, la evolución de Tarancón que conocemos, desde su origen, en el siglo XII, hasta la actualidad.

Tarancón ahonda en su origen medieval y saca a la luz parte de sus 850 años de historia

Desde el Ayuntamiento de Tarancón, su concejal de Cultura, Turismo, Patrimonio y Promoción Económica, Raúl Añover, no duda en realizar una valoración positiva por esta intervención arqueológica, que ha venido a añadir más detalles a los 850 años de historia de la ciudad. No en vano, tras estos hallazgos, la intención del Consistorio taranconero pasa por dejar al descubierto los restos de la antigua muralla medieval más próximos al Arco de la Malena con el fin de instalar en ese punto un panel informativo donde explicar este vestigio del pasado de Tarancón. Si bien, según puntualiza, aún no se ha tomado una decisión definitiva al respecto.

En todo caso, los detalles de estos estudios arqueológicos quedarán para la posteridad, puesto que formarán parte de la publicación que editará el Consistorio con el contenido de las Jornadas Arqueológicas ‘100 años en la vida de una ciudad. 850 años de una población’, que se vienen desarrollando desde el pasado 21 de mayo y que se prolongan hasta el 3 de julio con motivo del centenario del nombramiento de Tarancón como Noble Ciudad.

La demolición de la antigua casa del cura, la del sacristán y el antiguo despacho parroquial para la construcción de los nuevos salones parroquiales de Nuestra Señora de la Asunción, que ha dado lugar a esta intervención arqueológica, va a hacer necesaria también una actuación urbanística en esta zona del barrio del Castillejo. Nueva fisonomía urbana que implicará, según el edil, la apertura de una nueva calle desde el lateral del Arco de la Malena que irá a desembocar a un futuro espacio verde, que se genera delante de esta zona donde había unas casas de propiedad municipal que también han sido demolidas, conectando así con la Cuesta de la Bolita.

 

RECONSTRUCCIÓN DEL TORREÓN

Dentro de esta misma intervención, se contemplaría, tal y como explica Añover, la reconstrucción del lateral del Arco de la Malena, donde hace muchos años se habilitó en su interior una habitación como ampliación de la vivienda parroquial anexa, que ahora ha quedado a la vista al haber sido derribada. Proyecto que el Ayuntamiento pretende acometer en el presente ejercicio, con cargo a los remanentes de los presupuestos, si bien Añover no ha podido determinar una fecha concreta, puntualizando, además, que esta reurbanización de la zona aún está pendiente del informe preceptivo del Servicio de Patrimonio de la Delegación de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.


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