Sin miedo al frío. Si te gusta practicar senderismo, caminar por las montañas, observar y aprender sobra la fauna y la flora en su periodo de hibernación, conocer parajes increíbles y observar el firmamento cuajado de estrellas, tu destino ideal para este invierno es Castilla-La Mancha, una tierra que ofrece una variada y sugerente oferta para el viajero con un objetivo común: que descubras tu mundo interior.
Eso sí, es necesario enfundarse en buenas prendas de abrigo para descubrir en estas fechas una región que está destinada a quedarse en un lugar de tu vida. Castilla-La Mancha te propone descubrir siete parques naturales como nunca antes los habías visto: a través de una yincana en cada uno de ellos en la que tendrás que ir siguiendo las pistas que encontrarás a través de códigos QR o números de referencia en las placas de señalización. Tus logros tendrán premio ya que se convertirán en puntos que podrás canjear en establecimientos de ese espacio natural que estén adheridos. Una propuesta que es ideal para realizar en familia pero también con amigos o en pareja.
Pero ¿qué ofrece Castilla-La Mancha? En la provincia de Guadalajara, el Parque Natural del Alto Tajo cuenta con el sistema de hoces fluviales más extenso de toda la región, con excepcionales vistas desde el puente de Martinete, y lugares de belleza incomparable como la laguna de Taravilla o el yacimiento celtibérico de Castil de Griegos en Checa.
Los parques naturales de la Sierra Norte de Guadalajara y del Barranco del Río Dulce, también en la provincia de Guadalajara, ofrecen paisajes sobrecogedores y entornos naturales idóneos para el senderismo y la aventura, ya sea de la mano de la app Rutur Yincana o bien de las empresas de turismo activo y ecoturismo de Castilla-La Mancha, que ya sea en este entorno natural o en los restantes de toda la región, proponen actividades seguras y respetuosas con el medioambiente, guiadas por sus expertos monitores.
Parque Natural de la Serranía de Cuenca
En este momento del año tampoco debes perderte el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, con sus “tomagales”, ciudades que parecen esculpidas por hadas y duendes, o la famosa Ciudad Encantada. El Ventano del Diablo es un impresionante mirador para contemplar la majestuosidad de este parque natural donde se refugian especies protegidas como el águila calzada o el águila real.
En este parque natural puedes realizar también la yincana RUTUR del Monumento Natural Nacimiento del Río Cuervo, que te llevará a recorrer el Sendero del Nacimiento para visitar la cascada principal, un sendero que es accesible para personas de movilidad reducida. A lo largo del valle se diseminan los caseríos que forman los barrios del municipio de Vega del Codorno -donde se ubica el Centro de Interpretación-, pequeñas parroquias a las que se les dio un nombre que se refiere al entorno o la familia que las habitaba. La Cueva es una imponente gruta natural famosa por la representación de un entrañable belén viviente cada Navidad.
Si te decantas por el Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, tienes que hacer parada en el paraje de Los Chorros, espectacular cascada que forma en su descenso nuevas cataratas de menor tamaño hasta que el río se remansa en las llamadas “Calderetas”, pozas en altitudes diferentes. Son de obligada visita también en su entorno la Real Fábrica de Metales de Riópar, el castillo y el museo etnológico de Yeste o el Castillo de la Yedra en Cotillas.
Pinturas rupestres
Y si quieres descubrir pinturas rupestres además de disfrutar de un entorno natural impresionante, tu opción es el Parque Natural Valle de Alcudia y Sierra Madrona (Ciudad Real), un paraíso para disfrutar de la naturaleza en estado virgen que destaca por su excepcional patrimonio arqueológico, especialmente el arte rupestre del Arco Mediterráneo representado en las pinturas de Abrigo de Peña Escrita, La Batanera o de Escorialejo. Además, cuenta con un interesante patrimonio arqueológico minero como son la ciudad romana de Sisapo o las Minas de Horcajo.
Por su parte, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera (entre las provincias de Ciudad Real y Albacete), donde nace el río Guadiana, conforma un paisaje impresionante también en invierno. Es imprescindible acercarte a la Cueva de Montesinos (para reservas, hay que llamar al ayuntamiento de Ossa de Montiel) en la que Cervantes ubica a don Quijote en el capítulo XXII de la segunda parte.
Turismo astronómico: bajo las estrellas
Y si llega la noche y te quedan ganas de más, puedes completar la aventura con una experiencia de turismo astronómico a través de las actividades guiadas y didácticas de observación astronómica en la Serranía de Cuenca, o en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona, ambos parques naturales que cuentan con certificación Starlight, es decir, un sello que acredita que sus cielos reúnen las mejores condiciones para la observación del firmamento (ausencia de contaminación lumínica). También podrás practicar turismo de las estrellas en alguno de los 17 miradores que componen actualmente la red desplegada por las comarcas de Sierra del Segura, y Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel, ya que 37 municipios albaceteños han recibido recientemente el sello de la Fundación Starlight.
Además, en Castilla-La Mancha tenemos también dos Parques Nacionales, Cabañeros y Las Tablas de Daimiel, los cuales, con las bajas temperaturas y la fauna y la flora hibernando, siguen siendo espectaculares y un destino ideal para descubrir acompañados de guías y monitores expertos en el destino. Experto o no, disfrutarás de una vivencia única conociendo los asombrosos secretos de la naturaleza.
Así, te invitamos a descubrir este invierno los secretos de los espacios naturales de Castilla-La Mancha, para conectar con la naturaleza y con tu mundo interior, siempre desde el respeto y cuidado al medio ambiente. Y no le tengas miedo al frío.
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