Hoy ha quedado abierto en Castilla-La Mancha el periodo de caza en media veda en el que se permite abatir ejemplares en terrenos cinegéticos de la región ejemplares de codorniz, tórtola común y paloma torcaz.
Según recoge la Orden de Vedas de Castilla-La Mancha consultada hoy por Efe, el periodo en media veda para la codorniz queda establecido del 21 de agosto al 15 de septiembre en todas las comarcas cinegéticas de la región.
Como excepción, el periodo de media veda se retrasa en las comarcas cinegéticas de la Serranía Alta de Cuenta y en la Alcarria Baja de Guadalajara donde se podrá cazar desde el 27 de agosto al 15 de septiembre.
En el caso de la tórtola común, el periodo de media veda será del 21 de agosto al 21 de septiembre, pero se establece un cupo máximo de capturas de cinco tórtolas por cazador y día, excepto si el cupo del Plan de Ordenación Cinegética es inferior, que en este caso se deberá asumir lo establecido en el mismo.
Para la paloma torcaz, el periodo de media veda también va desde el 21 de agosto al 21 de septiembre.
Esta especie cinegética se podrá cazar en los lugares de parada desde puesto fijo con cimbeles naturales o artificiales siempre que no vulneren la prohibición señalada en el artículo 26 de la Ley de Caza.
Los días hábiles en media veda serán los jueves, sábados y domingos.
El área de agentes medioambientes de CCOO ha hecho un llamamiento a los cazadores que practiquen durante estos días la actividad cinegética en la región para que respeten los cupos y los días hábiles de caza y les han pedido que respeten las normas de la Orden de Vedas de Castilla-La Mancha, al tiempo que ha recordado el alto riesgo de incendios forestales en esta época del año.
El presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán, ha explicado a Efe que en esta temporada se espera que sea un buen año de paloma torcaz, debido a que la abundancia de agua ha permitido que existe una mayor densidad de ejemplares en el campo.
Menos optimista se muestra con respecto a la codorniz, que al igual que en los últimos años, ha señalado, son muchos menos los ejemplares que se ven en Castilla-La Mancha.
Esta especie sólo se suele cazar en algunas zonas de las provincias de Cuenca y Guadalajara, en el entorno de las zonas de regadío.
En cuanto a la tórtola común, ha apuntado que "contrariamente a los que vienen denunciando las asociaciones ecologistas", en los dos o tres últimos años se ha producido un aumento de la población.
A pesar de ello, ha indicado que son conscientes que se ha reducido sus poblaciones con respecto a unas décadas, pero, ha advertido, esto se ha debido más al cambio del modelo agrícola que se está produciendo en Castilla-La Mancha y en consecuencia a la pérdida de hábitat que se registra, que a la caza.
Además, ha señalado que la tórtola común cada vez migra menos a la Península Ibérica al encontrar hábitat adecuados en los países del Magreb.
En cualquier caso, ha terminado recordando que los cazadores de Castilla-La Mancha están realizando un gran esfuerzo para reducir el día de cazas y los cupos significativamente, de forma que el impacto sobre esta especie se menor.