Ya es inminente la puesta en marcha del Plan de Biomasa Forestal de Castilla-La Mancha, en el que el Gobierno regional lleva trabajando más de dos años. Según ha adelantado el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, este proyecto se pondrá en marcha “cuanto antes” comenzando por la climatización de edificios públicos de Cuenca, entre ellos la Dirección Provincial de Medio Ambiente, institutos y otros edificios de la Administración regional.
De esta forma, las calderas de biomasa extraída de los recursos forestales para la climatización de edificios públicos comenzará con esta prueba piloto en Cuenca, aunque el objetivo es que comience a desarrollarse en toda la comunidad autónoma.
Teniendo en cuenta la amplia superficie forestal de la comunidad autónoma, el Gobierno regional quiere aprovechar la extracción biodegradable de esos productos para que pueda ser utilizada tanto por la Administración como por empresas privadas para la generación de energía.
Durante este tiempo, desde que se inició a configurar el Plan de Biomasa, los expertos han realizado un mapa de las zonas de la región que son de especial interés en cuanto a silvicutura, es decir, en el cuidado de bosques y montes. La idea final es aprovechar al máximo la generación de energía de este elemento, que es sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Las tareas que el Gobierno regional pueda impulsar en este sentido ya cuentan con precedentes en la región. El más significativo es el Proyecto CLAMBER de Puertollano (Ciudad Real), que incluye la construcción de una biorreferinería y que busca convertir a Castilla-La Mancha en el referente del sur de Europa dentro de la investigación relacionada con el aprovechamiento de la biomasa.