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El Parque Natural del Alto Tajo, un destino sin igual para vivir la naturaleza

Berrea, observación de la fauna, itinerarios geológicos o senderismo en familia son algunas de las propuestas que ofrece este espacio a caballo entre Guadalajara y Cuenca
Fotos: ©Turismo Castilla-La Mancha / David Blázquez
19/10/2021 - Las Noticias

Entre el sureste de la provincia de Guadalajara y el noreste de la provincia de Cuenca, en un espacio natural de más de 105.000 hectáreas, se encuentra uno de los recursos medioambientales más impresionantes no solo de Castilla-La Mancha, sino también de España: el Parque Natural del Alto Tajo.

Su extraordinaria diversidad geológica, botánica y faunística unida al excepcional sistema de hoces fluviales más extenso de la región y uno de los más destacados del país hacen de este espacio natural un destino sinigual para disfrutar de la naturaleza en todas sus vertientes y de una manera sostenible, pudiendo vivir en primera persona algunas de sus maravillas, como la berrea, la observación de la fauna y la flora, los itinerarios geológicos o el senderismo en familia; todo ello con la calma y el sosiego de estos espectaculares paisajes naturales.

Cuando se cumplen 21 años de su declaración como Parque Natural, este espacio protegido se convierte es un lugar digno de admirar y disfrutar, más si cabe, en una época como el otoño con un variopinto catálogo de paisajes, que no dejan a nadie indiferente, y, por supuesto, hacerlo en familia. Destacan los cañones y hoces fluviales, así como formas singulares de ladera, como cuchillos, agujas y monolitos sobre rocas calizas y areniscas rojas principalmente, que conforman la red de cañones y hoces continua más extensa de Castilla-La Mancha, sin olvidar las relevantes parameras ocupadas por extensos sabinares y donde se refugia el 20% del total de especies de la flora ibérica.

PROPUESTAS OTOÑALES

En esta época otoñal, muchas son las posibilidades que ofrece el Parque Natural del Alto Tajo y una de las más destacadas es, sin duda, la berrea del ciervo, uno de los espectáculos sonoros más impresionantes que ofrece la naturaleza durante los meses de septiembre y octubre. El amanecer y el atardecer son los mejores momentos para disfrutar al máximo de esta experiencia, que suele dejar huella en aquellos que tienen la suerte de vivirla en primera persona.

El Parque Natural del Alto Tajo, un destino sin igual para vivir la naturaleza

Asimismo, los amantes de los animales cuentan en este espacio natural con todo un paraíso, en el que pueden disfrutar de la observación de su rica y variada fauna a lo largo de todo el año. Y es que cada época tiene su singularidad y se puede vivir en un envidiable entorno natural como es este espacio protegido.

Las aves son uno de sus grandes atractivos, tanto las pequeñas asociadas a las masas arboladas como las grandes rapaces en los escarpes rocosos, como el águila perdicera (especie en peligro de extinción), el águila real, el halcón peregrino, el alimoche y sobre todo el buitre leonado y el búho real. De hecho, cada vez son más frecuentes los avistamientos de buitre negro y quebrantahuesos y casi con total seguridad es posible observar el buitre leonado en el Mirador del Tajo en Zaorejas, descansando en un espectacular posadero.

Para la observación de la fauna se dispone de dos rutas, por un lado, la del Cañón del Tajo, y, por otro, la de la Sierra de Molina. La primera comienza en el pueblo de Zaorejas y recorre los cañones de los rios Tajo y Gallo, excavados sobre calizas el primero y sobre areniscas rojas el segundo. El paisaje está caracterizado por extensos pinares de pinos laricio en la zona caliza y resinero en el rodenal, acompañada de una estrecha franja de vegetación de ribera compuesta por álamos, sauces y fresnos. Dos puntos de interés a tener en cuenta: el Mirador del Tajo en Zaorejas y el Paseo a la presa y cascada del Campillo.

En cuanto a la ruta faunística de ciervos y águilas en Sierra Molina, indicar que se trata de un recorrido de unos 40 kilómetros, que comienza en el mirador de Chequilla y nos adentra en la parte más elevada del Alto Tajo, dominado por un altiplano calizo surcado por ríos y arroyos que han conformado un espectacular paisaje kárstico en el cual crecen extensos pinares de pino silvestre, salpicados de pastizales y formaciones de sabina rastrera también denominadas “piel de leopardo”. En su recorrido destacan el Mirador de Chequilla, el Muladar de Checa, el Estrecho de Angosto y Hozseca, los Pastizales de “las camareras”, el Área Recretativa La Espineda y el Área del Angosto.

Hay disponible más información sobre recorridos específicos, especies y épocas en este enlace

El Parque Natural del Alto Tajo, un destino sin igual para vivir la naturaleza

Los aficionados disponen, además, de una herramienta que les permitirá complementar la observación, como es la app Ebird. Eso sí, hay que tener en cuenta en todo momento que estas observaciones de animales se tendrán que realizar únicamente desde senderos, caminos y lugares habilitados, observatorios, áreas recreativas y miradores, nunca fuera de estos lugares evitando molestias a la fauna y flora del entorno.

Pero si se prefieren mejor los paisajes y las formaciones geológicas, en el Parque Natural del Alto Tajo se pueden disfrutar de ellos de una manera inigualable. Para ello, se han diseñado nueve geo-rutas con el objetivo de conocer la geología de este espacio natural. Están equipadas con más de 80 elementos interpretativos (paneles y placas de cerámica), contando también con un folleto general con toda la información, que se puede ver en este enlace.

Así, en concreto, el visitante puede optar por las siguentes geo-rutas: ‘En el interior del cañón’, entre Ocentejo y Hundido de Armallones; ‘Rocas, vegetación y paisaje’, entre Riba de Saelices y Saelices de la Sal; ‘El hombre y los recursos geológicos’, entre Cobeta y Barranco del Arandilla; ‘El agua: escultora del paisaje’, entre el Puente de San Pedro y el Mirador de Zaorejas; ‘Un viaje hacia el mar’, entre el Barranco de la Hoz y la carretera a Zaorejas, cerca de Cuevas Labradas; ‘Un difícil equilibrio’, entre la Sima de Alcorón y Peñalén; ‘Los caminos del agua’, entre la Laguna de Taravilla y el Puente de Martinete; ‘Secretos encondidos en las rocas’, entre Checa y Chequilla; y ‘Un mosaico de geodiversidad’, con inicio y final en Orea.

El Parque Natural del Alto Tajo, un destino sin igual para vivir la naturaleza

Otra forma de disfrutar de la impresionante oferta natural del Alto Tajo es con el senderismo y, en especial, con el senderismo en familia. Para ello se tienen trazados numerosos itinerarios y senderos, que puede conocer en este enlace (https://acortar.link/P36qvc). Senderos muy variados con distintos grados de dificultad, que pueden ser realizados en familia como una manera de compartir estos impresionantes paisajes.

Así, por ejemplo, se puede recorrer el itinerario de Huerta Pelayo al Tajo, en Zaorejas; el conocido Barranco del Horcajo, en Peralejo de las Truchas; el Rodenal de Corduente; la Laguna de Salobreja, en Orea; el Valle de los Milagros, en las localidades de Riba de Saelices y Ablanque; La Espineda, en Checa; o la Rambla del Avellano, en Arbeteta. Una amplia oferta que puede adaptarse a los gustos y necesidades de cualquier visitante.

Pero no todo es naturaleza en este espacio protegido, no se puede obviar su rico patrimonio cultural, con yacimientos de arte rupestre, como la Cueva de los Casares; monumentos, como el Monasterio de Buenafuente del Sistal; la arquitectura popular, como los chozones sabineros; o yacimientos celtibéricos, como los castros de Olmeda de Cobeta y Checa.

En definitiva, una completa oferta que hace del Parque Natural del Alto Tajo un destino privilegiado para visitar, disfrutar y, por supuesto, Naturalear; es decir, adentrarse en este espacio natural, recorrer sus senderos, disfrutar tranquilamente de sus pueblos y de su naturaleza, para no dejar otra huella que la del respeto con que lo hagamos.

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