Los niños castellanomanchegos pasan más de 912 horas al año conectados a Internet lo que se traduce en una media diaria de dos horas y media, por encima de la media española, que es de dos horas y 24 minutos.
Así se desprende del estudio 'Familias hiperconectadas: el nuevo panorama de aprendices y nativos digitales', realizado por la plataforma de seguridad digital Qustodio dentro de su campaña #tenemosquehablar, que incluye más de 1.200 entrevistas a padres de España, Estados Unidos y Reino Unido, con hijos de entre 5 y 17 años que utilizan Internet.
El informe estima que los niños españoles de entre 5 y 11 años, estudiantes de Primaria, pasan una media de 711 horas y 45 minutos conectados al año, mientras que en el colegio están 792 horas, tan solo 80 horas y 15 minutos más que conectados a la Red.
También señala que los niños españoles con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, es decir, estudiantes de Secundaria, pasan más horas al año conectados a Internet que en el colegio, ya que navegan 1.058 horas y media, cuatro horas y media más del tiempo que pasan en el colegio.
Todo esto se traduce en una media de dos horas y 24 minutos diarios conectados a Internet, aunque un 26 % asegura sobrepasar las tres horas al día.
Por comunidades autónomas, Canarias y Murcia, ambas con tres horas y 18 minutos de conexión de media, son aquellas en las que los niños pasan más horas en la Red, mientras que en el extremo opuesto se encuentran Cantabria, con una hora y 36 minutos, y La Rioja, con una hora y 54 minutos, ambas por debajo de la media nacional.
También según este informe los hogares castellanomanchegos cuentan con cerca de tres teléfonos de media, una cifra muy similar a la nacional, que es de tres.
Y el 31 % de los padres de Castilla-La Mancha se considera adicto al móvil, el segundo porcentaje más bajo de toda España, frente a un 36 % en Estados Unidos y Reino Unido.
Además, la mitad de los padres españoles cree que se relaciona menos con su familia por el uso excesivo del móvil y un 80 % afirma sentirse mal por ello.
Apagar las notificaciones, activar el modo avión o establecer horarios son algunas de las estrategias utilizadas por los padres españoles para reducir su uso.
Sin embargo, a pesar de estas cifras, el uso que hacen sus hijos de Internet todavía no es una prioridad para estas familias, aunque se observa una preocupación mayor por este tema entre los padres más jóvenes.
De este estudio también se desprende que las familias españolas son menos estrictas a la hora de criar a sus hijos, aunque las tareas del colegio, sus obligaciones en el hogar o el tiempo que pasan conectados son los aspectos en los que se muestran menos flexibles.