La campaña de gripe que comenzó en octubre del pasado año 2017 y ha concluido a mediados de mayo ha registrado un total de 45.000 casos en Castilla-La Mancha, por debajo de la cifra de la anterior campaña, en la que se alcanzaron los 50.000 casos.
Así lo han detallado el director general de Salud Pública, Manuel Tordera, y el director general de Atención Sanitaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), José Antonio Ballesteros, en una rueda de prensa en la que han presentado las cifras de la última campaña de la gripe.
Tordera ha hecho hincapié en la vigilancia especial que se lleva a cabo en el marco del plan de prevención y actuación contra la gripe en esta comunidad autónoma, pero sobre todo ha incidido en la importancia de la prevención a través de la vacunación.
Ha detallado que para la campaña de vacunación se compraron unas 330.000 vacunas, por un importe de 991.000 euros, de las que se pusieron casi 300.000, de la cuales 206.000 se destinaron a personas mayores de 65 años, 9.000 a menores de 14 años y 83.000 a personas entre 15 y 64 años.
Así, de la población diana -mayores de 65 años- se ha puesto la vacuna a un 56,19 por ciento (206.935 personas) y el 44 % restante no se vacunó o se le ofreció la vacuna y no quiso vacunarse.
La campaña también ha incidido en la importancia de la vacunación entre los sanitarios y, así, el 71,06 % de los médicos en Atención Primaria se ha vacunado, así como el 24,31 % en el ámbito hospitalario, lo que hace un total del 34,64 % del total de profesionales, tres puntos porcentuales por encima de campañas anteriores.
Por otro lado, en el marco del sistema de recogida de datos e información, la campaña de la gripe de este año ha contado con la participación de un grupo de 59 médicos centinela (49 médicos de familia y 10 pediatras) que han realizado cada semana un informe, de forma voluntaria y altruista, sobre la incidencia que estaba teniendo la gripe en la región.
En cuanto a resultados, Tordera ha especificado que mientras la incidencia de la gripe en la campaña anterior fue más intensa, en la última campaña ha sido "más extensa", con casi 13 semanas de epidemia gripal en Castilla-La Mancha.
La tasa de incidencia más alta la ha registrado el colectivo de 0 a 4 años, mientras que la menor incidencia ha sido la del grupo de mayores de 65 años, lo que el director general de Salud Pública ha achacado a la prevención y vacunación.
En relación a la gravedad de la epidemia, ha concretado que en Castilla-La Mancha hubo 507 enfermos con ingreso (4.902 en España), casi la mitad sin vacunar, pero ha subrayado que la mortalidad ha bajado en la comunidad (72 defunciones) en comparación con el resto de España (961 fallecimientos).
Por su parte, el director general de Atención Sanitaria del Sescam ha añadido que en la campaña de gripe que acaba de terminar se han necesitado 90 camas más que el año anterior en los centros hospitalarios, así como el Sescam ha contratado a 400 profesionales más de todas las categorías y en los dos niveles asistenciales.
Además, los 182 Puntos de Atención Continuada (PAC) de la región atendieron en torno a 300.000 casos relacionados con la gripe, pero sin embargo ha afirmado que "los servicios de urgencias de los hospitales han terminado sin situaciones de saturación sostenida".