El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha destacado que en los 20 años desde que se traspasaron las competencias en educación, el sistema es "más transparente, dinámico, de intercambio, eficaz y eficiente que busca el objetivo de una mayor calidad educativa".
En un artículo de opinión remitido este jueves, 2 de enero, con motivo de los 20 años desde que Castilla-La Mancha asumió las competencias educativas y titulado "Eficiencia, diversidad y calidad: 20 años de autonomía educativa", el presidente autonómico ha indicado que siempre ha pensado que la cercanía debe ser el principio de quienes se dedican a la política.
Así, ha señalado que, aunque para "los más conservadores" el traspaso de las competencias educativas fue "una ruptura del territorio", para otros "supuso la posibilidad de hacer una política educativa más cercana".
A su modo de ver, esta asunción de competencias supone "la cercanía del Estado al pueblo" y ha valorado que, tras veinte años, se ha consolidado un "modelo de participación y de implicación de la comunidad educativa, convirtiendo la educación en un sistema vertical y más democrático".
Esta cercanía de los representantes políticos de la Educación hacia el pueblo supone también, según García-Page, el avance en otros aspectos más técnicos y menos visibles, pero que significan "un trenzado total entre ciudadanía, sociedad y políticas educativas".
Así, ha puesto como ejemplo que la planificación educativa se adapta al territorio, localizando las necesidades de una comarca y proponiendo estudios que sirvan para su desarrollo, y también favorece un control de ayudas más inmediatas a los centros educativos y al alumnado, o soluciona los problemas más rápidamente.
También ha subrayado que se adapta a su gestión desde el conocimiento de los recursos, como por ejemplo mediante la distribución del profesorado a sus centros más próximos, motivándolos e implicándolos en sus localidades; y se adapta, también, a los rasgos diferenciales de una población, por ejemplo, con programas innovadores y otorgando a los centros capacidad normativa y de decisión.
Gracias a todo ello, el presidente castellano-manchego ha considerado que "hay una mayor supervisión de la actividad y se corrigen desigualdades y desequilibrios del sistema educativo, es decir, se busca y se consigue, en la mayoría de los casos, la eficiencia".
Para García-Page, este concepto de eficiencia "definiría lo que ha supuesto el traspaso de las competencias educativas a las autonomías", pues ha explicado que "el Estado da y las comunidades autónomas distribuyen según sus necesidades", al tiempo que se ha preguntado: "¿Quiénes mejor que Castilla-La Mancha y los castellano-manchegos conocen esas necesidades?".
Sin embargo, ha aseverado que ello no quiere decir "en absoluto" que España tenga diecisiete sistemas educativos, sino que ha expuesto que "España tiene un único sistema educativo con variantes que se adaptan a la población que vive en ellas", ya que "no son sistemas educativos aislados".
Ha defendido que "el Estado permanece ahí, protegiendo e inspeccionando para que todos" se encuentren "en el mismo espacio educativo a pesar de que no estemos en el mismo lugar", de forma que ha valorado que "las variantes autonómicas son las que crean el sistema educativo español.
"Este es un sistema más transparente, dinámico, de intercambio, eficaz y eficiente que busca el objetivo de una mayor calidad educativa", ha subrayado García-Page, que ha concluido que "eficiencia, diversidad, igualdad, calidad, entre otras, son las virtudes que, desde hace veinte años y gracias a la descentralización educativa" se potencia y celebra en Castilla-La Mancha.
Etiquetas:
Educación
