La vivienda pública como solución a la falta de casas disponibles

Una paradoja. Así definen  los alcaldes Francisco Ibáñez y Francisco Cocera la situación actual de la vivienda en Cardenete y Almodóvar del Pinar. Al mismo tiempo que Cuenca se posiciona como la segunda provincia con más viviendas vacías, con un 25%, crece la demanda de domicilio en las localidades conquenses,  en las que existen poca o ninguna disponibilidad. Estas cifras proceden de los últimos estudios publicados y realizados por el INE, que datan del año 2021.

A estas se suman las residencias en las que se registran un consumo eléctrico bajo y las de uso esporádico con un gasto inferior a los 250 kilovatios, que, por tanto, se equiparan a las deshabitadas. El estudio llevado a cabo por el INE señala que en Cuenca existen, respectivamente 12.465 y 23.121 en esta situación frente a las 41.548 que están desocupadas. La provincia cuenta con un total de 165.616 residencias. Este análisis contempla solo las localidades que superan a los 1.000 habitantes. Huete y Landete son las que presentan los porcentajes más altos dentro de este listado de 32 municipios con un 45,6% y un 38,1% de viviendas vacías. 

Frente a estas circunstancias surge nuevos proyectos en las poblaciones conquenses que tratan de atraer y fijar población como es el caso del Proyecto Arraigo. 

Sin embargo, el origen de estas cifras no es solo cuestión del reto demográfico que afrontan muchas de las localidades. Se trata también de un gran número de viviendas que son utilizadas en estos pueblos como segunda residencia y que, durante meses, permanecen en silencio. Estas casas tampoco son, por lo general, arrendadas. 

A estas se unen aquellas viviendas con un futuro incierto, es decir, domicilios que heredan varias personas y que, al no establecer un acuerdo de qué hacer con ellos, quedan en el olvido. Otro porcentaje lo ocupan las casas que no están adaptadas para una residencia óptima o aquellas que, poco a poco, se derruyen con el paso del tiempo. 

Huete y Landete presentan el mayor número de casas vacías con un 45,6% y un 38,1% respectivamente

La otra cara de la moneda es el incremento de la demanda de vivienda en los pueblos, ya sea por el deseo de los jóvenes de independizarse sin dejar a un lado su tierra natal o por la llegada de nuevos trabajadores que requieren de un lugar en el que vivir. Almodóvar del Pinar y Cardenete no disponen de suficiente parque inmobiliario para atender esta necesidad. Es esta la razón por la que los dos consistorios tratan de impulsar la creación de viviendas públicas como solución a la falta de oferta. Actualmente ambos municipios   han sido elegidos para un proyecto piloto de rehabilitación de vivienda para alquiler social. Cada una de las localidades recibe una subvención para acondicionar un domicilio y así poder arrendarlo. Cardenete iniciará las obras en la antigua residencia del profesor, un domicilio que años atrás se ofrecía al profesorado. 

“Lo ideal es encontrar más vivienda”, explica Cocera. El primer edil asegura en el municipio no pueden ofrecer casas a las personas que buscan residir en él. “En principio, el alquilar es casi imposible”, añade. Señala que actualmente en Cardenete hay más de mil viviendas, pero que únicamente residen en el municipio alrededor de 500 personas. Cocera considera esta situación “una paradoja” que se extiende también a otros pueblos de la provincia. El alcalde asegura que el origen de este contexto se debe a que muchos de estos domicilios son usados como segundas residencias que no salen al mercado ni si quiera para arrendarlas. Los propietarios más bien las usan en momentos puntuales como fines de semana o vacaciones de verano. El resto del año, permanecen vacías.

El primer edil apunta a las casas heredadas como otro de los problemas que enfrentan en el municipio. “Estas viviendas suelen pertenecer a muchos propietarios que no se hacen cargo de ellas”. Finalmente, estas quedan deshabitadas y comienzan a derruirse lo que genera un problema de seguridad para los edificios colindantes. Esta es, sin embargo, de una situación más puntual. “Se trata de dos o tres casos. En cambio, segundas residencias hay muchísimas”.

En Cardenete hay más de mil viviendas, en cambio, solo residen alrededor de 500 personas en el municipio

Según los cálculos en base al consumo de agua y basuras, ahora, en el mes de agosto, residen en torno a 4.000 personas aproximadamente. “Se ha multiplicado la población. Los propietarios quieren mantener sus casas y tampoco las alquilan”. Desde el Ayuntamiento estudian la posibilidad de adaptar en el futuro las antiguas viviendas de los ferroviarios, que podrían ser reconvertidas en una decena de pisos. “La financiación es necesaria. Demanda, desde luego, sí que hay mucha”.

 

CONSECUENCIAS

La llegada de nuevos habitantes a Cardenete, al igual que para otros pueblos, supone a su vez un impacto positivo. Cocera explica que su presencia ayuda a frenar que la población descienda y, con ello, perder recursos básicos. “Se trata de mantener a los 500 habitantes. Si la cifra disminuye, se reducen los servicios y peligra la pervivencia de los comercios”. 

Almodóvar del Pinar se enfrenta a un déficit de vivienda para jóvenes que quieren independizarse y para personas que se trasladan al municipio a raíz de un nuevo empleo. A través del proyecto de la Junta de Comunidades, se rehabilitará la antigua casa del médico. El consistorio estudia una iniciativa a modo de lanzadera para estos jóvenes del pueblo. La idea es adquirir una infraestructura para convertirla en pequeños apartamentos. Asimismo, también les han dado un domicilio. “No tenemos parque de vivienda útil”, señala Ibáñez. El alcalde explica que actualmente no pueden ofrecer un hogar a aquellas personas que llegan al pueblo para instalarse en él. Existen en la localidad en torno a un 20% de residencias abandonadas, tal y como detalla Ibáñez. 

Asimismo, considera que este aumento de la demanda de vivienda también está relacionada con la incorporación del teletrabajo, que ofrece más posibilidades para vivir en los pueblos. “Hay que promover políticas que favorezcan, por un lado, fijar la población y, por otro, para poder instalar a aquellas personas que vienen a vivir al municipio”. El alcade cree necesario que se den más medidas de este tipo en las localidades.

La situación inmobilaria presenta una doble realidad que, desde los pueblos, se intenta, poco a poco, revertir.