La vía ferrata de Fuertescusa, que gestiona desde el pasado 1 de mayo la empresa Los Barrancos Multiaventura, ha superado los 200 visitantes procedentes de distintos puntos del país, en especial de Madrid, Comunidad Valenciana y Aragón, en su primer mes de funcionamiento.
Una infraestructura que puede ser utilizada por cualquier persona con unas mínimas condiciones físicas. No en vano, cuenta con dos itinerarios posibles: uno de baja dificultad denominado Vía Ferrata del Castillo (K2), que tiene 145 metros de longitud y un desnivel de 60 metros y otro con nivel de dificultad medio-alto denominado Vía Ferrata Asalta al Castillo (K4), con una longitud de 110 metros y un desnivel de 60.
En el itinerario más fácil comienza el ascenso por una zona de escalones verticales de 12 metros, que da paso al tramo denominado ‘Paso de la voladora’, donde se supera la altura por un pequeño saliente de la roca para llegar a otro tramo característico, conocido como ‘El pasamanos’, donde únicamente con escalones en los pies se avanza de forma horizontal.
Así se llega a unas terrazas donde se puede aprovechar para descansar y contemplar unas increíbles vistas del valle del río Escabas, para, a continuación, superar otro pequeño tramo vertical hasta alcanzar otra terraza, ésta más extensa, desde donde se accede al puente tibetano de aproximadamente 30 metros de longitud, que conduce al tramo final de la vía y un pequeño tramo vertical que desemboca al camino de regreso al pueblo.
Por lo que respecta a la ruta ‘Asalta al castillo’, se trata de un itinerario que se desarrolla fundamentalmente de forma vertical, de ahí su nivel de dificultad medio-alto. Atraviesa varios desplomes, por lo que es necesario tener conocimiento técnicos de escalada, puesto que hay pasos que requieren de fuerza y destreza. Superado todo el tramo ascendente y para acceder a la salida de la vía hay que cruzar el puente tibetano y seguir el mismo itinerario final de la ruta más fácil.
Para su construcción han sido necesarios un total de 125 metros de cable de acero de línea de vida, 333 unidades de pate o grapa de acero galvanizado de 16 milímetros de diámetro, 115 clavos o pernos de 10x70 mm y un puente colgante formado por cables de acero inoxidable y tablones de madera.
El presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, que ha mantenido una reunión con el representante de la empresa, Juan Alique, ha mostrado su satisfacción por la reciente puesta en marcha de la vía ferrata de Fuertescusa, en la que la institución provincial ha destinado una inversión de 20.000 euros.
Prieto ha felicitado a la empresa conquense por este nuevo reto, confiando en que sea todo un éxito y esta infraestructura se convierta en vía de entrada de visitantes a la provincia pudiendo descubrir las maravillas naturales y paisajísticas de esta zona de La Serranía de Cuenca.
La buena aceptación que está teniendo esta vía ferrata entre los aficionados no es casualidad, puesto que sus características, tal y como ha remarcado Alique, permiten que pueda ser utilizada por cualquier persona con unas mínimas condiciones físicas. No en vano, cuenta con dos itinerarios posibles: uno de baja dificultad denominado Vía Ferrata del Castillo (K2), que tiene 145 metros de longitud y un desnivel de 60 metros y otro con nivel de dificultad medio-alto denominado Vía Ferrata Asalta al Castillo (K4), con una longitud de 110 metros y un desnivel de 60.
En el itinerario más fácil comienza el ascenso por una zona de escalones verticales de 12 metros, que da paso al tramo denominado ‘Paso de la voladora’, donde se supera la altura por un pequeño saliente de la roca para llegar a otro tramo característico, conocido como ‘El pasamanos’, donde únicamente con escalones en los pies se avanza de forma horizontal.
Así se llega a unas terrazas donde se puede aprovechar para descansar y contemplar unas increíbles vistas del valle del río Escabas, para, a continuación, superar otro pequeño tramo vertical hasta alcanzar otra terraza, ésta más extensa, desde donde se accede al puente tibetano de aproximadamente 30 metros de longitud, que conduce al tramo final de la vía y un pequeño tramo vertical que desemboca al camino de regreso al pueblo.
Por lo que respecta a la ruta ‘Asalta al castillo’, indicar que se trata de un itinerario que se desarrolla fundamentalmente de forma vertical, de ahí su nivel de dificultad medio-alto. Atraviesa varios desplomes, por lo que es necesario tener conocimiento técnicos de escalada, puesto que hay pasos que requieren de fuerza y destreza. Superado todo el tramo ascendente y para acceder a la salida de la vía hay que cruzar el puente tibetano y seguir el mismo itinerario final de la ruta más fácil.
En definitiva, una infraestructura muy atractiva para todos los públicos, a la que se accede por un sendero desde la CUV-9031 y que para su construcción han sido necesarios un total de 125 metros de cable de acero de línea de vida, 333 unidades de pate o grapa de acero galvanizado de 16 milímetros de diámetro, 115 clavos o pernos de 10x70 mm y un puente colgante formado por cables de acero inoxidable y tablones de madera.