Atípica y un tanto rara está resultando la vendimia de este año en la provincia de Cuenca, que afronta ahora su recta final después de haber arrancando antes de lo habitual en la gran mayoría de las zonas vitivinícolas. Una campaña de recolección de la uva que ha estado marcada por las altas temperaturas del mes de agosto y las tormentas de principios de septiembre que han trastocado ligeramente el normal desarrollo de los trabajos, aunque productores, bodegas y cooperativas han sabido salvar la situación y adaptarse a las circunstancias. Eso sí, la vendimia está teniendo sus peculiaridades en cada una de las zonas de la provincia.
Así, en El Provencio, por ejemplo, la vendimia ya ha llegado al 70% y se desarrolla en la actualidad con total normalidad, tal y como ha confirmado a esta redacción Carlos David Bonilla, presidente de Bodegas Campos Reales, de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario.
COSECHA MENOR
Una campaña que no se ha visto afectada por las tormentas de granizo de este verano, salvo en algunas fincas próximas a los términos de Las Mesas y Las Pedroñeras, aunque sí por la helada del pasado 17 de abril, que ha ocasionado una notable reducción en la producción. Las primeras estimaciones, tal y como subraya Bonilla, apuntan a que finalmente se vaya a registrar una merma en la producción de entre el 27 y el 28 por ciento con respecto al año anterior. Y es que, según remarca, en las zonas más afectadas por esta helada hay fincas en las que su producción se ha quedado por debajo del 50%.
Aun así, señala que la calidad de la uva está siendo buena, a pesar de que comenzó bastante regular con las altas temperaturas de agosto, que asoló mucho la uva, a lo que se sumó la aparición de la ceniza que propició que se registraran parcelas algo más dañadas con botrytis. Eso sí, en general, la uva está más sana de lo previsto y está entrando en buenas condiciones, incluidas las tintas, si bien con un poco menos de graduación que el año pasado.
Bonilla, en consecuencia, no duda en resumir que la campaña está siendo más corta de lo esperado, pero con una calidad de uva que va a permitir hacer grandes vinos.
inación de Origen Mancha señala que en esta comarca la merma en la cosecha está siendo generalizada, si bien se prevé de entre el 20 y el 22 por ciento en la zona de Ciudad Real, mientras que en las de Cuenca, Toledo y Albacete esta cifra estará en torno al 25%.
MOTA DEL CUERVO
La situación en la zona de Mota del Cuervo, a pesar de la cercanía con El Provencio, no está siendo la misma. No en vano, la vendimia ya ha llegado a cerca del 80 por ciento y confían en alcanzar el 95% en los primeros días de octubre, según confirma a Las Noticias de Cuenca el gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, Jesús Fuentes, quien no duda en tildar de “rara” la campaña de este año. De hecho, tal y como detalla, en julio se tenían unas expectativas de cosecha tras los problemas de floración por Filomena, que en agosto se redujeron con las altas temperaturas y que volvieron a sufrir un vuelco con las tormentas de principios de septiembre, que en unas zonas provocó daños con el granizo y en otras la lluvia mejoró el estado de la uva, que había sufrido con la ola de calor de agosto. “Al final, lo que parecía que iba a ser un desastre, no está tan mal”, afirma.
Las estimaciones de cosecha a estas alturas de la vendimia apuntan a una reducción media del entre el 25 y el 30 por ciento con respecto al año anterior, aunque se hayan registrado caídas de hasta el 40% en algunas varietales blancas, como chardonnay o moscatel.
En cuanto a la calidad de la uva, Fuentes recalca que “en general está en buenas condiciones, con buena graduación y equilibrada en blancos y buen color y grado en tintos”. Reconoce, sin embargo, que había cierta preocupación por los efectos de la lluvias en relación a la podredumbre en la airén, sin embargo, ahora que se está vendimiando, han constatado su buen estado, gracias, sobre todo, a que la gran mayoría está en espaldera.
LA MANCHUELA
En La Manchuela, por su parte, la campaña ha estado marcada, sobre todo, por la DANA, que azotó la comarca a finales de agosto y principios de septiembre, en especial en Iniesta.
No es de extrañar, por lo tanto, que Juan Blasco, técnico de campo de la Cooperativa Campesina Iniestense (UCI), no dude en hablar de una vendimia “un tanto atípica”, donde los daños de la DANA, las posteriores tormentas con granizo y los problemas de mildiu llevaron consigo que se adelantara la recolección y, en estos momentos, se hable de una reducción de cosecha que rondará entre el 20 y el 25 por ciento, cuando se afronta la recta final de la campaña.
Con este escenario, la coordinación entre los agricultores y la cooperativa ha sido crucial, junto a la gran cantidad de viña mecanizada existente en la zona, tal y como subraya Blasco, lo que está permitiendo acometer los trabajos con agilidad y eficacia. En concreto, se ha estado dando prioridad a la recogida de las fincas apedreadas, lo que está permitiendo que la uva recolectada apenas tenga ácido glucónico y ya esté entrando la uva sin daños.
PRECIOS
En cuanto a los precios, el presidente de la DO Mancha explica que las operaciones hasta ahora se han centrado en la uva blanca, que “se está vendiendo a unos precios aceptables, aunque no llegue a la media”. Otra cuestión bien distinta es el mercado de la uva tinta que se encuentra bastante parado, según coinciden en afirmar Bonilla y Fuentes. En todo caso, los precios están por encima de lo pagado en la pasada campaña, en torno a un 30%, si bien habrá que esperar para saber cómo se comportará el mercado.
