Por primera vez en 54 años se suspende el Belén Viviente de Vega del Codorno que cada año, llueva o nieve, tiene lugar el sábado anterior a la Nochebuena en la Gruta Natural que corona el barrio de la Cueva.
Una decisión dolorosa que el municipio adopta “por responsabilidad” ante la situación sanitaria en la que nos ha puesto la pandemia.
Así lo pone de manifiesto su alcalde, Rodrigo Molina, quien destaca que, aunque desde la Asociación Belén Vega del Codorno ya barajaban la suspensión desde el inicio de la pandemia, no fue hasta la semana pasada cuando se adoptó definitivamente la decisión.
Declarada de Interés Turístico Regional desde 2012, la representación del Nacimiento de Jesús es el acontecimiento más esperado, pues el pueblo entero se vuelca en esta recreación que convierte a Vega del Codorno en la aldea palestina del año 0 de nuestra Era.
Cada año cientos de visitantes acuden al abrigo para dar la bienvenida a la Navidad y disfrutar, al amor de la lumbre, de las tradicionales patatas asadas.
Este año las cosas son muy distintas, la Covid impide la celebración de actos multitudinarios en los que no se pueda garantizar el cumplimiento de la normativa sanitaria para evitar la propagación del coronavirus, por lo que se ha decidido anular la celebración.
“No podemos hacer otra cosa que seguir siendo un pueblo responsable”, apunta el primer edil. Eso sí, la magia de esta celebración estará presente de otro modo. Y de alguna manera habrá belén.
Y es que desde la asociación se está trabajando en la realización de un cartel y también en un vídeo con las fotografías que, en sus casas, se han hecho los vecinos caracterizados de sus respectivos personajes.
No hay belén como se viene conociendo desde que en 1967 naciera esta iniciativa como una representación de los escolares, pero sí un Niño Jesús.
Es la principal figura del pesebre y cada año la reencarna el último niño nacido en la Vega, o hijo de vegueros, y este año el papel es del pequeño Iván Bujedo.
Por delante de él había dos candidatos pero la pandemia no ha hecho posible su participación, que este año se limita a una fotografía en el entorno de ‘la Cueva’, con la que Vega del Codorno quiere mantener vivo el espíritu de su fiesta más querida.
Sus padres, Iván y Susana, hacen a su vez de San José y la Virgen María, y su hermana de ángel, caracterizaciones que no son las suyas pero que de forma excepcional han asumido este año para no ampliar el contacto más allá de la unidad familiar.
Una hermosa estampa que junto al resto de personajes y oficios, que cada año ambientan con todo lujos de detalles el pesebre a lo largo del ascenso al abrigo rocoso donde se escenifica, formará parte del vídeo que se se estrenará en las redes este sábado, día 19, fecha en la que tendría que haberse representado el Belén Viviente.
La noche anterior, la estrella de Belén lucirá sobre la cueva que esa noche también se iluminará para dar la bienvenida a la Navidad.
