La pólvora y el estruendo de los trabucos han tomado Valverde de Júcar en el día grande de sus fiestas de Moros y Cristianos, declaradas de Interés Turístico Regional, en honor cada 8 de enero al Santo Niño.
Una jornada protagonizada por sus populares ‘Dichos’, una batalla verbal entre los generales de las dos compañías que arranca en la Plaza Mayor y se escenifica en tres encuentros en los que recitan un texto en verso compuesto por 254 redondillas que datan del siglo XVI. Un honor que este año ha recaído en Juan Carlos Bautista García, por la compañía cristiana, y en Aureliano Huélamo Verdú, por la compañía de moros.
La localidad conquense rememora así la toma del Reino Nazarí de Granada, un capítulo que mantiene intactos los usos y costumbres con los que se ha venido celebrando desde hace cinco siglos con el mayor rigor histórico.
Este año, a pesar del frío y de caer en un día laborable, numeroso público ha acompañado a las tropas mora y cristiana en una celebración que no deja indiferente a nadie.
La parte más emocionante vuelve a ser cuando, tras el tercer encuentro, el Moro arrepentido sale al encuentro del Cristiano para pedir perdón ante la imagen del Santo Niño y convertirse al Cristianismo.
Terminados ‘Los Dichos’ y celebrada la misa solemne en honor al patrón, tiene lugar la rueda de salvas en la plaza mayor, la arenga del General Cristiano, el ‘correr de las banderas’ y la descarga general en honor al Santo Niño.
Una celebración a la que este año ha querido asistir el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para acompañar al alcalde de Valverde de Júcar, Eduardo Mena. Entre los representantes institucionales, señalar también la participación del vicepresidente regional, José Luis Martínez Guijarro; el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana; la subdelegada del Gobierno, Mª Luz Fernández; o el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Uribes, que desciende de esta localidad.