Las últimas lluvias devuelven la ilusión este otoño a los amantes de las setas

Llega el otoño y, con ello, una de las actividades preferidas por los aficionados a la micología, la recogida de setas, pero debido a la diferencia de temperaturas tendrán que estar pendientes del tiempo para poder realizar este hobbie.

Los expertos sitúan el inicio de la temporada este año a finales del mes de agosto, si bien en estos días es cuando más actividad hay después de que la lluvia haya favorecido el crecimiento de hongos.

Desde la Asociación Micológica Conquense, su presidente, Arturo Ballesteros, explica que los cambios meteorológicos a lo largo de estos años han tenido un efecto adverso en la temporada de setas. “Se está radicalizando mucho, pasas de invierno a verano y te cae todo -la lluvia- en un día y luego a los quince días tienes una proliferación de setas y al mes ya no tienes nada”.

Por eso el tiempo es fundamental para realizar esta actividad y para que se pueda extender durante varios meses en su correcto desarrollo. 

En este mismo sentido, opina Sergio Abarca, responsable de la empresa conquense Savia Ecoturismo, quien indica que, si se cumplen con los factores de humedad, temperatura y precipitación acumulada “la temporada de setas se puede alargar” durante varios meses.

La empresa que gestiona ofrece talleres, exposiciones y realiza experiencias de todo tipo relacionadas con el mundo de la micología. Como demuestra la gran demanda de este tipo de turismo y así señala Abarca, quien apunta que en Savia Ecoturismo acuden aficionados de numerosos puntos del país.

Prueba de ello es que en estas fechas la empresa ha completado prácticamente todos los huecos para las actividades previstas para esta temporada. Actividades que también realizan desde la Asociación Micológica conquense con los 240 socios que la conforman y en las que se desplazarán a distintos pueblos de la provincia como Villarejo- Periesteban o Jábaga.

La provincia de Cuenca puede destacar por ser una zona con gran riqueza en lo que a la micología se refiere y en donde se tiene registradas más de mil especies de variedades de hongos. “Desde las cotas más bajas en zonas como el Valle del Cabriel hasta las cotas más altas en Montes Universales podemos encontrar una gran variedad de hábitats”, tal y como comenta Abarca.

De todas ellas, las que pueden ser comestibles son un porcentaje “muy bajo” a pesar de que uno de los mayores intereses de quien va a por setas es saber si las puede comer.

Uno de estos espacios preferidos por los aficionados es la Serranía de Cuenca, que ha sido incluida entre las mejores rutas para la recolección de setas en España, según el portal de reservas de deportes y aventuras ‘Yumping’.

Entre las distintas variedades, destacan por su comestibilidad las amanitas caesareas o los níscalos, pero, aunque se observen especies que no son aptas para consumo humano, los amantes de esta afición encontrarán otras tantas que “no tienen un valor culinario, pero sí científico” por lo que “hay que respetarlas porque cumplen una función en el ecosistema”, comenta el responsable de Savia Ecoturismo.

Por este motivo, los expertos inciden en que hay que ser consecuentes con la naturaleza para evitar el desabastecimiento y la recogida intensiva que realizan ciertas personas con el peligro que esto supone para el crecimiento de estas especies.

Ballesteros comenta que una de las variedades que más interés suscita a los aficionados es la seta de San Jorge y alerta que con esta especie la gente “saca bastante beneficio” económico, por lo que, si se insiste en su recogida, sin dejar desarrollarse por completo el hongo puede llegar a extinguirse. “En muchos sitios está prohibido cogerlo o en peligro de extinción”, asegura.

Para limitar esta práctica, en la provincia de Cuenca, el Ayuntamiento de Valdemeca fue uno de los primeros consistorios en implantar un coto de hongos regulado por medio de una ordenanza municipal y así limitar las malas praxis. 

Desde la Asociación Micológica Conquense valoran que medidas así ayudarían a que no se abusase de determinadas especies y el campo se encontrase en mejores condiciones. 

Para que la jornada sea productiva se recomienda que hay que ir bien preparado y saber qué hacer en cada momento. Por ello, entre las diversas recomendaciones que se ofrece, los expertos piden a las personas que vayan al campo que procuren recoger tan solo aquellas setas que conozcan para preservar su conservación y tener mucho cuidado antes de ingerir las especies que desconozcan ya que hay casos en que se puede llegar a la muerte. “Es muy fácil, vas al campo y lo que te interesa lo coges y si no, lo dejas”, recomienda Ballesteros.

Abarca detalla que también es importante llevar consigo un material adecuado compuesto por una cesta transpirable, si es de mimbre mejor, para transportar las setas y que se puedan esparcir las esporas correctamente para que no se estropee el material recogido, además de una navaja “setera”. 

Asimismo, aconseja evitar las bolsas de plástico porque pueden deteriorar los hongos que se encuentren en buen estado, también llevar una ropa cómoda y conocer el medio en el que nos vamos a mover para no perdernos o sufrir accidentes.

Ambos expertos también alertan del peligro de las redes sociales y lo que puede suponer confiar en las recomendaciones que hacen desconocidos cuando tienes dudas sobre un hongo y publicas una foto en las distintas plataformas que existen. “Hay que tener cuidado porque no es tan fácil, hay setas que se distinguen muy bien y otras setas que son muy complicadas, que se tienen que mirar a nivel microscópico”, advierte Ballesteros.