Realizar prácticas en empresa para tener un contacto real con la vida laboral antes de acabar la universidad. Este es el propósito que Maggi Conesa y Marta Medina, dos estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, se marcaron para este verano y ambas han encontrado en el programa UCLM Rural una oportunidad inigualable para hacer prácticas remuneradas en empresas, entidades o instituciones de municipios de menos de 5.000 habitantes.
Maggie es natural de Alicante y el próximo mes de septiembre empezará el cuarto curso del Grado de Bellas Artes en Cuenca. En su caso, no conocía este programa, pero indagando en la web de la universidad descubrió el portal de oferta de prácticas en el que solicitó formar parte de la Fundación Florencio de la Fuente de Huete. “No tenía grandes esperanzas, pero dos semanas después de solicitarlo me llamaron para confirmarme que me habían seleccionado”, cuenta. Arrancó su experiencia en la Fundación el pasado 1 de mayo y seguirá colaborando hasta el 31 de agosto, siempre tutorizada por Mario Guijeras, el director de la entidad.
La experiencia, en su caso, está siendo “muy provechosa” ya que desempeña diferentes funciones como fotografiar las obras para elaborar un registro, llevar la gestión de redes sociales o ayudar en el montaje y desmontaje de exposiciones. “Hay que aprender de todo en esta vida y, aunque no tengo muy claro si en un futuro me gustaría trabajar en un museo, sí que me está gustando poder gestionar las instalaciones”, señala.
Otro punto positivo de UCLM Rural es que se trata de prácticas remuneradas, un aliciente más que animó a la joven a inscribirse y que le ha permitido mudarse a vivir durante estos cuatro meses a Huete. “De estos meses me llevo la experiencia de haber vivido en un pueblo de la provincia de Cuenca que me ha sorprendido mucho por toda la historia que tiene”, dice. También se lleva consigo la oportunidad de haber trabajado en un museo como este al que acuden turistas de toda la geografía española, algo que a Maggie le ha llamado especialmente la atención porque “no me esperaba que viniese tanta gente”. La joven alicantina, además, se siente orgullosa de haber aportado su granito de arena para luchar contra la despoblación en municipios como este y, en un futuro, no descarta mudarse a una pequeña localidad castellanomanchega.
Por otro lado, Marta Medina es natural de San Clemente, estudia Farmacia en el Campus de Albacete y está realizando prácticas en la Farmacia Javier Cuenca de El Pedernoso. En su caso descubrió UCLM Rural a través de los diferentes correos electrónicos informativos que envía la universidad. Llamaron su atención y por iniciativa propia empezó a buscar información para intentar adherirse. Finalmente lo consiguió y desde el 1 de julio ayuda en la farmacia a dispensar medicamentos, recepcionar pedidos, así como a dar indicaciones y consejos farmacéuticos a los clientes.
Tareas que le hacen sentir realizada porque esta es su profesión soñada. Además, al estar muy cerca de su pueblo le facilita seguir manteniendo el contacto con su familia y amigos. “Recomiendo mucho la experiencia porque es una manera distinta de disfrutar en la que adquieres conocimientos, conoces a gente nueva y descubres sitios nuevos. Es una experiencia que se queda para toda la vida”, comenta.
Tiene claro que repetiría sin dudarlo y tampoco duda en recomendar el programa UCLM Rural a todos los jóvenes universitarios como ella. Además, por si fuera poco se plantea fírmemente vivir en un pueblo “por la tranquilidad que se respira”, por lo que será una de las mujeres que en, un futuro cercano, dará vida al medio rural.