La histórica memoria de la orden militar de Santiago Apóstol cobra vida nuevamente en el edificio que fue su cabeza durante siglos, el sacro convento de Santiago Apóstol, con la vuelta de El Tumbo Menor de Castilla, el códice en el que se copiaron los documentos de la Orden de Santiago que justificaban sus derechos, propiedades, privilegios y, en general, los documentos reunidos en su archivo de Uclés hasta mediados del siglo XIII.
Este archivo permaneció en Uclés hasta 1792, cuando ingresó junto a su rica biblioteca en el Archivo Histórico Nacional, con el resto de los archivos desamortizados remitidos por la contaduría de arbitrios y amortización de las provincias.
La vuelta del Tumbo Menor de Castilla a Uclés durante tres días - desde hoy y hasta el domingo- ha coincidido con la celebración de los actos conmemorativos del 850 aniversario de la donación de la Orden de Santiago de la Villa y Fortaleza de Uclés.
Un acontecimiento único que forma parte que proyecto más amplio impulsado por el Ministerio de Cultura, que busca acercar el patrimonio documental a los núcleos no urbanos, devolviéndolo a su lugar de origen, a sus gentes y sus costumbres. "Queremos imbricar el patrimonio documental con el patrimonio material e inmaterial”, ha apuntado la subdirectora general de los Archivos Estatales, Ana María López Cuadrado.
El proyecto también tiene como objetivo dar a conocer documentos que, en su cotidianidad, no son accesibles por motivos de conservación. Así, López Cuadrado señala que "trabajamos para conseguir que el patrimonio cultural esté donde esté, sea un patrimonio compartido, un patrimonio que es de los ciudadanos y que debe darse a conocer a través de la colaboración de todas las administraciones".
El Tumbo Menor de Castilla es un códice de gran relevancia dentro de los archivos de la orden de Santiago debido al enorme valor e interés de los de los documentos y su antigüedad, pero también por la riqueza del material utilizado.
En concreto, se trata de Vitela, piel de carnero nacido muerto. Una piel de grano muy fino, sedoso, lisa y sin asperezas. Igualmente, destaca por su ornamentación, compuesta de "maravillosas iniciales y por su cuidada factura", ha detallado la subdirectora general de los Archivos Estatales, durante la presentación que ha tenido lugar en Convento de Santiago Apóstol, y a la que ha asistido el vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor; el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana; y el obispo de Cuenca, José María Yanguaas, entre otras muchas autoridades.
El códice se conserva completo, está compuesto por veinticinco cuadernos a los que no falta ningún folio, aunque tienen una extensión irregular. Se desconoce quiénes fueron los copistas del manuscrito, aunque es muy probable que se tratase de freiles de la orden de Santiago en Uclés que trabajasen en el convento a modo de archiveros.
El contenido del tumbo es unitario y homogéneo, dividido en cuatro libros que recopilan privilegios reales, documentos otorgados por particulares y documentos de la Cancillería Pontificia.
La subdirectora General de los Archivos Estatales enfatiza la importancia de conocer el pasado a través de las fuentes documentales para entender el presente y mejorar el futuro. "La memoria de un pueblo realmente se plasma en sus documentos, los cuales demuestran lo que son, su historia, su devenir, sus derechos, pero también sus costumbres y sus raíces", apostilla.
La exposición del Tumbo Menor de Castilla en el sacro convento de Santiago Apóstol es un logro significativo que refuerza la identidad y simboliza el rico patrimonio cultural de España. "Cuando ponemos el foco en cosas como esta, en la cultura, al final todos nos ponemos de acuerdo, porque es nuestro patrimonio y nuestra identidad", concluye.