El trufiturismo como motor de atracción turística y desarrollo rural
La Diputación de Cuenca ha respaldado el trufiturismo como una actividad que no solo atrae visitantes, sino que también pone en valor la trufa negra conquense, un producto de alta calidad. Un ejemplo de este impulso es Trufa de la Vega, ubicada en Alcalá de la Vega, que ofrece una experiencia única: los participantes pueden buscar trufas junto a un perro entrenado, seguido de una visita a las bodegas Altolandon en Landete, donde se realiza una cata de platos elaborados con trufa.
El diputado de Reto Demográfico y Emprendimiento, Javier Cebrián, ha visitado el proyecto junto a su promotor, Carlos Hinarejos, quien cultiva trufa negra de invierno. La recolección de este hongo se lleva a cabo con Maiko, un pastor alemán adiestrado específicamente para esta labor. Además, Trufa de la Vega también ofrece servicios agrícolas en otras explotaciones truferas de Alcalá de la Vega, aprovechando las 350 hectáreas de regadío de la zona.
Cebrián destacó que, en los últimos años, se ha promovido la venta de productos de calidad conquenses bajo la marca Donde Nacen los Sabores, que permite a empresas como Trufa de la Vega realizar promoción a nivel nacional. Además, recordó la iniciativa Elige Cuenca, que busca crear rutas en la provincia combinando atractivos patrimoniales con empresas agroalimentarias rurales. Ambos proyectos, impulsados por CEOE-CEPYME Cuenca, cuentan con una financiación total de 75.000 euros por parte de la Diputación Provincial.
El diputado resaltó que este tipo de iniciativas demuestra que los pequeños municipios, como los de menos de 100 habitantes, tienen potencial de desarrollo gracias al sector primario y los productos locales. Asimismo, destacó que cada vez más personas están regresando a los pueblos conquenses para desarrollar proyectos empresariales y vitales en su tierra. Según Cebrián, la visita a Trufa de la Vega es una fuente de motivación para seguir trabajando en el desarrollo de la provincia.
Además de la trufa, Trufa de la Vega ofrece otros productos derivados, como aceite trufado y sal trufada, que se producen y venden directamente al consumidor final. La empresa fue fundada por Carlos Hinarejos tras la pandemia, un punto de inflexión en su vida profesional, que lo llevó a dejar su trabajo en el sector del buceo internacional y comenzar una nueva etapa en el pueblo de sus padres.
