Con el objetivo de encontrar nuevos vinos diferenciales mediante la introducción de métodos de elaboración y crianza alternativos, en los que la tinaja, tanto tradicional como tecnológica de nuevo diseño, juegue un papel fundamental, es el objetivo principal que persigue el proyecto denominado Govalmavin, que lidera la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) y en el que colabora, entre otros, la Denominación de Origen Uclés.
Una iniciativa que se puso en marcha en agosto de 2018 y concluirá en septiembre de este año, que cuenta con un presupuesto de 540.000 euros, financiados por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)en el marco del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.
La Denominación de Origen Uclés no ha querido quedarse al margen de este proyecto porque, según asegura a Las Noticias de Cuenca, su directora-gerente, Lola Núñez Pinto, “aunque somos una D.O. pequeña, siempre hemos apostado por la innovación y, desde luego, Govalmavin, lo es; sin olvidar, por supuesto, que se trata de una iniciativa muy interesante al poner el foco en la posibilidad de reintroducir la tinaja en la elaboración de vinos de calidad”.
Y es que, a su juicio, no se puede obviar esa nueva tendencia del público hacia vinos más ligeros, más frescos y sin tanta presencia de la madera; y la tinaja quizá aporte esos nuevos matices que parecen buscar algunos consumidores”. Nuevas tendencias que, desde su punto de vista, “es importante tener siempre presentes, sobre todo, porque el mundo del vino se encuentra en constante evolución y las bodegas deben estar atentas a esos gustos emergentes”.
PROYECTO GOVALMAVÍN
En esta línea, se sitúa el proyecto Govalmavín, que lleva en marcha dos años y en este tiempo ha llevado a cabo, según detalla la directora-gerente de la D.O. Uclés, tres líneas de actuación bien demarcadas. Una centrada especialmente en conocer exhaustivamente el material de la tinaja de barro y sus aptitudes enológicas con el objetivo de diseñar procesos de fabricación industrial de tinajas de gran formato.
Así, el proyecto ha avanzado en la optimización de las propiedades físicas y mecánicas de las tinajas para la elaboración y crianza de vinos de calidad en estos recipientes con uvas como tempranillo, macabeo o viura, monastrell y garnacha. Investigación que busca encontrar el material más estable e idóneo en el proceso de elaboración, contemplando en todo momento su propiedad de “sudar” y, en definitiva, de transferir oxígeno.
Avance éste, por cierto, del que se daba cuenta a finales de junio en una jornada online destinada a la D.O. Uclés y en la que participaron 85 personas no solo de distintos puntos del país, sino también de fuera de él, como, por ejemplo, Perú.
estudio CON tinajas
Jornada en la que también se habló de otra de las líneas de trabajo del proyecto Govalmavin, esta vez investigando la intervención de las tinajas en la elaboración final del vino.
Así, tal y como ha explicado la responsable de la D.O. Uclés, se han realizado pruebas de vinificación en diferentes tipos de tinajas, tanto tradicionales como tecnológicas, con el fin de comprobar cómo se comporta el vino y cuál es el resultado final, además de orientar los esfuerzos a lograr el desarrollo de tinajas tecnológicas de gran formato, que permitan elaborar vinos de calidad distintos a los actuales
El proyecto Govalmavin se completa con un estudio de la aceptación y grado de satisfacción de los vinos elaborados en tinajas, que ha llevado a cabo la Universidad Miguel Hernández, determinando una caracterización sensorial de estos caldos y un estudio de preferencias de consumidores europeos. En concreto, se ha ejecutado dicho estudio con consumidores españoles y polacos en torno a tres muestras de vino con diferentes tipos de envejecimiento.
Entre las conclusiones del estudio, cabe subrayar la aceptación de este tipo de vinos entre aquellos consumidores que buscan nuevas experiencias, así como la diferencia de opiniones entre los españoles y polacos participantes en las catas.
Pero, sin duda, lo que sí se ha constatado es la necesidad de acometer un nuevo estudio de mayor magnitud y profundidad para, de esta manera, conocer más exhaustivamente las características de estos potenciales consumidores y, en consecuencia, diseñar y adaptar las estrategias de comunicación de las empresas hacia ese segmento de mercado.
Un proyecto de investigación, en definitiva, que, a juicio de Núñez Pinto, es digno de valorar y en el que ha merecido la pena participar.