El teléfono regional para víctimas de violencia de género recibe 747 llamadas de la provincia

La línea telefónica regional 900 100 114, que ofrece atención a mujeres víctimas de violencia de género, recibió durante el año 2023 un total de 7.768 llamadas en Castilla-La Mancha, de las cuales 747 procedían de la provincia de Cuenca. Los meses de junio, julio y agosto fueron los que concentraron mayor número de casos.

El dato provincial es ligeramente inferior al de 2022, cuando se registraron 772, si bien en el conjunto autonómico las cifras han ido en aumento progresivamente en los últimos años, según ha explicado este jueves en Cuenca la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Lourdes Luna, quien ha detallado en rueda de prensa las cifras de 2023 de la atención telefónica a víctimas a través de la línea creada por el Gobierno regional, que complementa al servicio 016 de ámbito nacional. 

Por provincias, durante el pasado año se registraron 3.058 llamadas en la de Toledo; 1.478 en la de Ciudad Real; 1.272 en la de Albacete; y 1.130 en la de Guadalajara.

La línea, que es gratuita y no queda reflejada en la factura aunque hay que borrarla del registro de llamadas para no dejar huella, también atiende a víctimas de violencia sexual fuera de la pareja.    

El tipo de violencia que aluden más frecuentemente las mujeres que han recurrido a esta línea telefónica es el psicológico (en 5.581 llamadas). Por detrás se sitúan el físico (2.548), el económico (287) y el sexual (194). Además, en 52 casos se denunciaron agresiones sexuales fuera de la pareja. No obstante, Luna –que ha estado acompañada en su comparecencia por la delegada de Igualdad en Cuenca, Ana Eloísa Olmeda– ha precisado que la mayoría de las víctimas sufren más de un tipo de maltrato.

Por edades, se registraron 2.563 llamadas de mujeres de menos de 35 años (32% del total), 2.513 de víctimas de 36 a 50 años y 899 de mayores de 51. La responsable ha alertado de que también acudieron a esta línea 59 menores de 18 años. Por ello, ha insistido en la necesidad de trabajar en el ámbito de la prevención desde edades tempranas.

Tras las llamadas, la intervención se ha realizado en la mayoría de los casos con la propia mujer víctima (76% del total) mientras que en el 9% de los registros fue con familiares y amistades. 

Respecto al origen de las llamadas efectuadas, un 35% ha procedido del servicio 112, seguido por un 29% del 016, otro 25% de teléfonos privados y un 8% desde la Administración.

La directora del Instituto de la Mujer ha hecho un recorrido desde 2019, concretando que en 2019 se contabilizaron en toda Castilla-La Mancha un total de 6.555 llamadas, un número que ha ido creciendo sucesivamente: 7.181 registros en 2020, 7.365 en 2021 y 7.645 en 2022, hasta llegar a las 7.768 del pasado ejercicio, un 2% más que en el año precedente.

Unos datos que, a juicio de Luna, deben servir para hacer “reflexionar” a la sociedad sobre esta problemática compleja de atajar porque “no hay un perfil de maltratador”, lo que dificulta las líneas de acción aunque ha hecho hincapié en el trabajo preventivo y ha incidido en la gran cantidad de recursos que se ponen a disposición de las víctimas. De todas formas, también ha aclarado que un mayor número de llamadas no implica necesariamente que haya más casos sino que también puede obedecer a que cada vez se pide más ayuda.

En este sentido, también ha incidido en que es fundamental la implicación del entorno de las víctimas, por lo que ha hecho un llamamiento a los familiares y gente cercana de estas mujeres para que den un paso adelante alertando de la situación, precisando que no se tiene por qué denunciar formalmente en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sino que se puede comunicar a los distintos recursos que trabajan en este ámbito, como esta línea telefónica o centros de la mujer, entre otros.   

La responsable ha manifestado el compromiso del Gobierno regional con las víctimas de violencia de género y con sus hijos e hijas en contraposición al “discurso negacionista” que está proliferando por parte de determinados grupos políticos y que revictimiza a las mujeres. “A los números hay que ponerles cara”, ha recalcado.