Cáritas Diocesana de Cuenca ha puesto en marcha un proyecto dirigido a cubrir las necesidades básicas de las familias que solicitan ayuda a la entidad católica, por encontrarse en riesgo de exclusión social, y cuyo importe repercute en el comercio local, beneficiando así a los comercios minoristas de la provincia de Cuenca, una manera también de ayudarles y apoyarles.
Las tarjetas monedero serán entregas a las familias que acuden a las Cáritas Parroquiales debido a que se encuentran en un momento de dificultad económica y llevan a cabo un proceso de inserción social, por lo que la iniciativa conlleva acompañamiento y seguimiento de su uso.
Cáritas da un paso más en la dignificación y normalización de las ayudas con la puesta en marcha de esta tarjeta gracias a la colaboración de Fundación Globalcaja y de la Diputación Provincial de Cuenca.
Este proyecto de tarjetas monedero se está poniendo en marcha en toda la provincia de Cuenca, en localidades como Sisante, Horcajo de Santiago, Tarancón, Belmonte, Motilla del Palancar o la capital conquense, entre otras.
Con esta nueva forma de trabajar, la entidad católica contribuye a minorizar la estigmatización de las personas que solicitan ayuda por encontrarse en situación de dificultad social y, a su vez, promueve el comercio local y de proximidad. “Este es el camino para conseguir la dignidad de la persona”.
Las tarjetas, tipo Visa, pueden ser utilizadas en supermercados y comercios para la compra de productos de alimentación, gastos de farmacia, óptica o material escolar. Cáritas decidirá qué cantidad y cómo se limita la cuantía económica que tendrán disponible las familias beneficiarias.
Con proyectos de este tipo, Cáritas Cuenca contribuye a mitigar las desigualdades en la provincia de Cuenca que, según los últimos datos del Informe FOESSA en Castilla-La Mancha, en términos de renta, la desigualdad ha aumentado más de un 37%, cifra muy superior al incremento que tuvo durante la crisis de 2008.
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