El Gobierno de Castilla-La Mancha ha solicitado al Ejecutivo central ayudas para grandes incendios con el objetivo de llevar a cabo tareas de limpieza, entre otras actuaciones, en la zona que se ha visto afectada por el incendio de Barchín del Hoyo, que ha quemado unas 2.000 hectáreas, principalmente de pino resinero.
El delegado de Desarrollo Sostenible en la provincia de Cuenca, Rodrigo Molina, se ha reunido con los alcaldes de los municipios afectados por este incendio, que fue detectado por un vigilante fijo el 30 de julio y que no se dio por extinguido hasta el 6 de agosto. En el encuentro participaron los primeros ediles de Barchín del Hoyo, Gabaldón, Piqueras del Castillo y Valverdejo, así como representantes de parcelas particulares.
“Ante un incendio de estas características que arrasa rápidamente la zona, hay mucha preocupación tanto de los alcaldes de los municipios como de los dueños de las fincas. La gente se queda desorientada”, apunta Molina.
El delegado del área concreta que la prioridad ante un gran incendio es llevar a cabo tareas de limpieza en el monte para evitar el desarrollo de plagas. En estos momentos, los técnicos de la consejería están trabajando en la valoración de los daños ocasionados por el incendio, que ha afectado a cuatro términos municipales: Barchín del Hoyo (más de un 70% del terreno quemado pertenece a esta localidad), Gabaldón (14%), Piqueras del Castillo (8%) y Valverdejo (5%).
Además de la gran pérdida medioambiental que ha supuesto el incendio en la zona, también acarrea perjuicios económicos. Y es que el terreno quemado englobaba sobre todo pino resinero, que estaba dedicado a la explotación de la resina, y monte bajo.
La parte afectada incluye monte público de la Junta y de los ayuntamientos, además de fincas privadas, de las que un par de ellas son grandes. Molina detalla que, para grandes incendios, hay unas ayudas del Gobierno central a través del Ministerio de Agricultura. La Consejería de Desarrollo Sostenible ya ha cursado la solicitud de estas subvenciones con el objetivo de que la zona pueda recuperar la normalidad lo antes posible.
Además de la pérdida medioambiental, el fuego afectará a la economía puesto que en la zona había principalmente pino resineroDespués de la limpieza de la zona y según determinen los técnicos, se deberán ejecutar actuaciones en las zonas de pendiente para evitar la erosión del terreno. “Un suelo quemado es un suelo muerto. Con poco que llueva, los primeros centímetros de la tierra se van”, apunta.
“Los técnicos deberán decidir después qué tipo de reforestación se lleva a cabo. Este tipo de pinos prolifera otra vez bastante bien. Pero lo primero es limpiar”, detalla, aunque apunta que aún no se puede precisar la fecha en la que se podrán comenzar estas tareas. “No hay muchas cuestas en la zona con lo cual va a ser fácil”, considera, al tiempo que precisa que también hay algunos pinos que no se han quemado.
La Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), que está integrada por técnicos de la Guardia Civil y de la Junta, trabaja para esclarecer las causas del fuego, que todavía se desconocen.
El delegado aprovecha para mostrar el agradecimiento del Gobierno regional a todas las personas que participaron en la extinción del incendio, principalmente a los trabajadores de la empresa pública Geacam (Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha) y a los funcionarios de la administración auotonómica, además de a los miembros de la Guardia Civil y a los medios del Estado que colaboraron en las tareas.
En las labores de extinción del siniestro participaron 137 medios (24 de ellos aéreos) y 733 personas, según detalla el sistema Fidias de información de incendios forestales de la Junta.
