Siete de las doce bodegas de Castilla-La Mancha que se han adherido a un novedoso proyecto de economía circular para determinar la Declaración Ambiental de Producto (DAP) en el caso de los vinos son de la provincia de Cuenca.
Así lo detalla Pedro M. López Medina, coordinador de Economía Circular en la Dirección General de esta área de la Consejería de Desarrollo Sostenible, que concreta que el objetivo de este proyecto es mostrar la “huella ecológica”, en este caso en el proceso de elaboración de los vinos de estas bodegas, que pertenecen a las denominaciones de origen Uclés, Ribera del Júcar y La Mancha.
“Se hace una evaluación de todos los impactos ambientales que llevan a cabo las bodegas en sus sistemas de producción con el fin de minimizarlos. Se les hace un análisis y se les asesora sobre modificaciones que pueden llevar a cabo en la elaboración de sus vinos o mejoras desde el punto de vista energético, de uso de agua...”, precisa el responsable.
Esta Declaración Ambiental de Producto de los vinos es una de las acciones que se enmarcan dentro de la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha horizonte 2030, que contribuye a lograr una economía sostenible, descarbonizada y eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
La iniciativa se concreta a través de dos planes de acción con medidas específicas para lograr alcanzar los objetivos planteados. El primero de ellos tiene un marco temporal que va desde este 2021 hasta 2025 y contiene 92 acciones.
Residuos orgánicos
En el ámbito de la provincia de Cuenca, el coordinador de Economía Circular concreta que bajo el paraguas de este plan se tiene previsto desarrollar, además de la DAP, acciones relacionadas con el turismo circular -se acometerán en cada una de las cinco provincias de la región- y la implantación de la recogida selectiva de materia orgánica de origen doméstico antes de que acabe el año, entre otras iniciativas. Asimismo, el responsable también alude a las subvenciones para zonas de bajas emisiones a las que Cuenca capital puede optar, así como al futuro Parque Científico y Tecnológio.
“Es un proyecto interesante que puede generar buenas dinámicas de empleo y de calidad en la provincia. Cuenca se está convirtiendo en un pequeño motor en la economía circular”, concluye.