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Resina

La campaña de resina arranca con pérdidas de un 70% por la sequía

La ausencia de lluvias en los montes lleva a la primera remasa a un callejón sin salida y supera los datos de la tercera recogida de la temporada anterior con una merma del 50%
La campaña de resina arranca con pérdidas de un 70% por la sequía
Imagen de archivo de la campaña de recogida de resina. Foto: Saúl García
03/06/2023 - María Valverde

Los resineros conquenses afrontan un comienzo de campaña duro. La previsión de la primera remasa vislumbra una pérdida del 70%, una cifra desalentadora fruto de la sequía, agravada por una caída en los precios de la resina. Así lo asevera Honorio Gallego, presidente de la Asociación de Resineros de Cuenca.  “Si lloviese se recuperaría algo el monte, pero no para llegar a obtener la producción que normalmente se obtiene”, asegura. 

Los grados del marcador también son determinantes en la recogida de resina. De hecho, el descenso del mes de mayo “no le viene nada bien al pinar una vez que ya ha arrancado”, tal y como explica Iván Fraile, resinero de Huerta del Marquesado. 

Existe un rayo de luz y no es otro que la llegada de unas condiciones meteorológicas en las próximas remasas que frenen el golpe de la primera. De no darse este cambio, Gallego señala que “va a ser una campaña nefasta”. De hecho, esta situación ya deja ver sus primeras consecuencias. 

Algunos resineros no van a embarcarse en esta recogida, según apunta el presidente de la Asociación de Resineros conquense. La escasez de resina hace que algunos se planteen ahorrar esfuerzos y esperar. “Es hacer el mismo trabajo cuando hay poca resina que cuando hay mucha”, explica Gallego. 

La bajada de 1,60 a 1,20 euros el kilo de resina es otra de las razones por las que “no salen las cuentas de ninguna forma”

El panorama que encara este sector supera a las pérdidas provocadas por la sequía el pasado año en la tercera remasa. Así lo demuestran los datos aportados por Gallego, unos números que arrojan una merma de un 50%. La temporada anterior tampoco alcanzó la producción habitual de la zona, que oscila entre los 2,8 y 3 kilos por cada pino.  Otra de las diferencias entre la actual y la anterior temporada es el precio. Gallego cuenta que durante la tercera recogida de resina  de la pasada campaña estos eran “bastante buenos” y “los números salieron”.  

La bajada de 1,60 a 1,20 euros el kilo de resina se une a los problemas provocados por la sequía y es otra de las razones por las que, según el presidente de la asociación, “no salen las cuentas de ninguna forma”. Gallego asegura que los costes“han bajado muchísimo” por “el stock que tiene Brasil”, país desde el que llega a Europa una resina ya elaborada que pagan “al mismo precio que la resina sin destilar”. 

A expensas de la naturaleza, estos trabajadores ya han solicitado a la Junta ser parte del `plan sequía´ puesto en marcha en el mes de abril. El paquete, que contempla un empuje económico de 50 millones de euros, no recoge a este grupo primario al no estar dentro de la PAC. Ahora, ante este pronóstico, los resineros tratan de buscar formas de paliar la caída. Otro inconveniente para estos dos resineros conquenses es no tener a “nadie que nos ofrezca un seguro para poder salvar la producción en caso de sequía o de alguna catástrofe meteorológica”.

Actualmente existen alrededor de unos 70 resineros en Cuenca según las estimaciones de Iván Fraile. Los problemas de rentabilidad dibujan para Gallego un futuro difícil, quien vaticina una disminución de resineros si las actuales circunstancias de pérdidas se mantienen. La evolución del sector en este sentido ha sido “a la baja”. El presidente de la Asociación de Resineros habla de 2008 como un año excepcional en el que, debido a la crisis, se dio un aumento en el número de profesionales. En el año 2012 en los Montes de Sotos trabajan treinta y tres personas en la resina y actualmente ocho, una bajada que ha llevado a la asociación a negociar con las administraciones que se pongan en marcha medidas para incentivar la entrada de nuevos resineros.

No ha sido el primer paso desde el sector para atraer incorporaciones. Un ejemplo de ello es el proyecto Resinlab, con el objetivo de cambiar el paradigma económico del sector. Iván Fraile ha participado en sus ensayos, quien asegura que el proyecto trata de reducir los esfuerzos físicos de la profesión y hacerla más rentable. Considera que “hay que seguir investigando” y que los ensayos son una esperanza que abren las puertas a encontrar mejoras. Para Fraile este es el camino para convertir a la resina en “un sector competente” junto con la industria y la administración.