La recolección de la lenteja está a punto de comenzar en la provincia de Cuenca y la campaña se presenta a priori con muy buenas perspectivas, si bien todo dependerá de cómo se comporte la climatología en los próximos días. Y es que los productores conquenses temen en especial las posibles tormentas, propias de esta época, que ya han azotado con fuerza otras zonas del país en los últimos días y que podrían echar por tierra los buenos pronósticos de cosecha. Así se pone de manifiesto desde la Asociación de Lenteja de La Manchuela Conquense (ALEMACON), cuyo presidente, José Ramón Núñez, apunta que este año este cultivo, que en nuestra provincia se concentra principalmente en la zona de La Manchuela, ha evolucionado muy bien hasta ahora, sobre todo, por las lluvias registradas el fin de semana del 21 y 22 de mayo, que favorecieron en gran medida el cuajado de la lenteja.
Indicios que hacen pensar a los cultivadores que, si todo va bien, la producción de este año vaya a ser mejor que la campaña del año anterior, aunque, Núñez es de la opinión de que “hasta que no se siegue no se sabrá con seguridad”; algo parecido a lo que ocurre si se habla de la calidad final del producto. No en vano, recuerda que la pasada campaña estuvo marcada por los ataques de roya en numerosas fincas, favorecidos por la lluvia y las temperaturas, que redujeron la producción hasta una media de entre 600 y 700 kilos por hectárea, mientras que una campaña normal oscila entre los 800 y los 1.000 kilos y una excepcional, entre los 1.200 y 1.300.
En cuanto a la superficie dedicada a esta leguminosa, el presidente de ALEMACON habla del descenso que se viene produciendo en los últimos años en este sentido ante los bajos precios que está teniendo en el mercado. Un escenario que está llevando a bastantes productores a no sembrar lentejas en muchas de sus fincas ante los bajos precios, que están poniendo en peligro la rentabilidad de sus explotaciones, optando por otros cultivos, como por ejemplo la veza o los yeros, que sí les trae a cuenta por ser más rentables y tener menos riesgos que la lenteja. Y es que, tal y como remarca Núñez, “puedes perder un año, pero tres seguidos...”.
Los bajos precios de mercado está llevando a muchos productores a dejar de sembrar la lenteja en favor de otros cultivos más rentables, según ALEMACONDe ahí que asegure que no es de recibo que en los últimos tres años se haya estado pagando el kilo de lenteja por debajo de los 50 céntimos, cuando el consumidor lo está comprando en torno a los dos euros y el precio de coste para el productor no baja de los 60 céntimos; “todo lo que sea vender por debajo de este nivel son pérdidas para el agricultor”, subraya.
Es por ello que no duda wen tildar de “vergonzoso” el precio que se está pagando por esta leguminosa, máxime si se tiene en cuenta que “estamos hablando de que se trata en su mayoría de pequeñas explotaciones con costes muy altos; todo lo contrario que cultivos como los yeros, la veza o los guisantes, que tienen el doble o más de producción que las lentejas, su precio está más o menos igual y, sin embargo, los costes no son tan altos”.
Un año después, la situación no ha mejorado mucho y el actual precio de la lenteja ronda los 0,45 euros por kilo, y eso que, según Núñez, “no hay prácticamente lenteja en los almacenes, porque los productores han tenido que habilitar espacio para guardar la producción de este año, lo que les está obligando a vender a cualquier precio; algo de lo que los intermediarios se están aprovechando”.
Aun así, desde la Asociación de Lenteja de La Manchuela Conquense se espera que, con el inicio de la campaña de recolección, el precio de esta leguminosa suba, porque, según señala, “si no tenemos precios un poco decentes, al final la lenteja va a ir desapareciendo paulatinamente de esta zona y, por ende, de nuestra provincia; y eso que se trata de un producto de una calidad excepcional, como es la lenteja castellana, y contamos con unos suelos perfectos para esta variedad”.
No en vano, la provincia de Cuenca es la principal productora de lenteja en nuestro país, aglutinando casi la mitad de la producción de España, el 47,9 por ciento, al contar con 15.780 hectáreas dedicadas a este cultivo en 2020 y una producción de 22.250 toneladas de las 36.628 ha. existentes en todo el territorio nacional y una producción total de 46.427 t.