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Agricultura

El sector del cereal recupera el optimismo tras un nefasto 2023

Las primeras estimaciones de las organizaciones agrarias calculan que la provincia puede alcanzar una producción de hasta 820.000 toneladas frente a las 300.000 del pasado año
El sector del cereal recupera el optimismo tras un nefasto 2023
Foto: Saúl García
14/07/2024 - Dolo Cambronero

Tras la “nefasta” cosecha de cereal del pasado año debido a la sequía, los productores de estos cultivos de la provincia de Cuenca han arrancado la campaña con optimismo debido a las lluvias de los últimos meses aunque desde las organizaciones agrarias hablan de una producción irregular en las distintas comarcas.

Según las primeras estimaciones y si la climatología no se tuerce este verano, la provincia podría alcanzar una producción de entre 800.000 y 820.000 toneladas frente a las 300.000 que se recogieron en la campaña anterior, detalla el secretario general de Asaja Cuenca, Manuel Torrero. Para el responsable, estas cifras representan entre el 75% y 80% de un año “normal”. “Aunque todavía es pronto y hay que ser prudentes hasta ir viendo cómo se van consolidando los rendimientos”, matiza.   

“La campaña pasada fue catastrófica en cuanto a rendimientos y hubo muchos partes a Agroseguro por la falta de cosecha. Este año, el escenario es diferente aunque es cierto que hasta el mes de marzo teníamos unas buenas expectativas pero la falta de lluvias durante abril y mayo ha limitado al final el pico de producción que esperábamos después de un invierno que había sido bueno”, precisa Torrero. 

Los productores ya han comenzado a cosechar en el sur de la provincia de Cuenca, donde el cultivo está más avanzado, sobre todo la cebada –el trigo suele madurar por lo general más tarde–, y se irá subiendo paulatinamente por el resto del territorio conquense. Si todo va bien, se prevé que la campaña podría estar finalizada en la tercera semana de julio.

 

COSECHA INTERMITENTE

No obstante, estos últimos días de lluvia se ha paralizado la cosecha por lo general. “Hace fresco y cuesta que al cereal se le vaya la humedad del rocío de primera hora. Cuando suban más las temperaturas, empezaremos a ver cómo va avanzando la cosecha”, explica. 

Estos herbáceos se reparten por toda la provincia aunque el sur es más vitícola, con explotaciones mixtas en las que conviven leñosos con cereales de invierno. “Pero conforme vamos subiendo hacia el norte, el cereal ocupa en muchas explotaciones el 100% de la superficie dedicada al cultivo. El núcleo de gran producción se sitúa en La Mancha, Serranía Baja y Media y La Alcarria”, detalla. 

Respecto a la superficie destinada en esta campaña a cereales en la provincia y a falta de datos oficiales de las declaraciones de la PAC, desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Cuenca estiman que habrá alrededor de 313.000 hectáreas, siendo los cultivos principales la cebada, con 240.000 hectáreas, y el trigo, con 46.500. En cuanto al uso de estos herbáceos, se combina el uso panificable para la industria harinera con el  pienso.  

En 2023, la superficie en la provincia era ligeramente menor, en concreto de 308.549 hectáreas, destacando igualmente la cebada (235.240 hectáreas) y el trigo (47.063), según los datos de UPA.   

En cuanto a los rendimientos, desde Asaja hablan de una producción media de unos 2.500 kilos por hectárea aunque esta será desigual por comarcas. Según las estimaciones del secretario provincial de UPA en Cuenca, Salvador San Andrés, en zonas como La Mancha puede llegar a rondar los 4.500 kilos aunque la cifra se reduce en La Serranía. El año pasado, el promedio fue de entre 600 y 800 kilos por hectárea.

“Las abundantes lluvias de marzo han hecho que la cosecha en La Mancha haya venido muy bien, aunque luego dejó de llover prácticamente hasta ahora. Esperamos que la campaña se acerque a un año normal si no hay desgracias como incendios o grandes tormentas que traigan granizo”, confía el responsable, puntualizando que, sin embargo, estas precipitaciones provocaron en La Serranía Media encharcamiento en algunas parcelas, “lo cual no es bueno para el cultivo y va a afectar a la producción”. 

ASAJA Cuenca exige al Ministerio de Agricultura y a la Unión Europea que prohíban las importaciones de grano en campaña de recolección para evitar el hundimiento de los precios que a su juicio está provocando la llegada de mercancía a los puertos

De todas formas, desde ambas organizaciones agrarias estiman que la calidad de la cosecha será buena. La incertidumbre en estos momentos está en el precio. El mercado ha dado un giro y encadena ya casi un mes de caída. De hecho, según datos de la lonja de Abastones, en Cuenca el precio de la cebada común llegó a situarse en 210 euros/Tonelada a finales de mayo y a fecha de 26 de junio la cotización es de 184 euros/tn.

Desde ASAJA achacan la caída a las operaciones en los puertos, por lo que han pedido al Ministerio de Agricultura y a la Unión Europea que prohíban las importaciones de grano en campaña de recolección para evitar el hundimiento de los precios.

Torrero denuncia que hay un “importante problema” por la importación de granos de países del Este como Rusia y Ucrania, “que están hundiendo nuestros mercados nacionales más en esta época, en la que ejercen una presión a la baja en los puertos sobre los precios de las materias primas y eso condiciona siempre las cotizaciones del interior”.