Santa María de los Llanos pide la declaración de Interés Turístico Regional para su carnaval

El Ayuntamiento de Santa María de los Llanos solicitará la declaración de Interés Turístico Regional para la fiesta de Carnaval que se celebra el 17 de enero, coincidiendo con la festividad de San Antón. Un particular festejo que implica a todo el pueblo y que cada año atrae cientos de visitas.

El acuerdo se adoptaba esta semana por unanimidad en una sesión plenaria de carácter extraordinaria en la que se aprobó el expediente que se remitirá al Gobierno de Castilla-La Mancha para acreditar tanto la antigüedad, como la originalidad, tradición popular o la influencia en la atracción de visitantes y turistas.

“Sabemos que los trámites son largos y que no es fácil conseguir la declaración pero la pedimos muy ilusionados y convencidos de que nuestra fiesta de San Antón cumple con todos los requisitos exigidos para otorgar esta distición que, sin duda, supondría un importante revulsivo”, señala el alcalde de esta localidad manchega de apenas 700 habitantes que llega a triplicar su población durante el Carnaval, el primero del año en la región “y probablemente en España”, apostilla González.

Se trata de una curiosa celebración en la que el culto religioso al patrón de los animales se mezcla con un desenfadado y divertido desfile de carnaval, cuya particularidad es que se parodian en tono irónico y de crítica los acontecimientos y personajes que en el año saliente han sido protagonistas de la actualidad.

González destaca que la festividad de San Antón en Santa María de los Llanos tiene un gran arraigo popular. Las fechas cambiaron desde que los samaritanos burlaron la normativa franquista que prohibía la realización de estas fiestas de origen pagano, pero su celebración se remonta mucho atrás.

Eso sí, fue precisamente la censura de la dictadura la que motivó que Santa María de los Llanos sea uno de los primeros, si no el primero de España en celebrar sus carnavales. Hasta entonces se venían celebrando al uso, a partir de jueves lardero. “Fue tras la Guerra Civil, cuando un grupo de amigos comenzó a disfrazarse el día de San Antón de banda de música, con instrumentos artesanos que hacían ellos mismos, con cañas o con lo que pudieran hacer sonar. Desde entonces ha seguido siendo así”, cuenta el primer edil.

Ya por aquel entonces ‘las máscaras’ se reunían los días anteriores para determinar cómo sería su disfraz y que elementos utilizarían. Ahora las reuniones comienzan al terminar la Navidad. La temática y la caracterización es el secreto mejor guardado por las comparsas y grupos que cada año participan en el multitudinario desfile de carrozas que recorre las calles del pueblo en un alarde de humor que sorprende. Finaliza en la plaza del pueblo, donde tras recibir la bendición de San Antón, se celebra una animada fiesta que cada año cobra más fuerza.