Más de 60 años –desde 1963– avalan a la Cooperativa San Isidro El Santo, que cada campaña produce en torno a 15 millones de kilos de ajos y que cuenta con más de 300 socios. Con la innovación y el desarrollo por bandera, la cooperativa ha evolucionado constantemente al mismo tiempo que ha defendido la calidad y tradición de su producto. No faltará, por supuesto, a la 50ª edición de la Feria Internacional del Ajo de Las Pedroñeras, que se celebrará del 26 al 28 de julio.
María José Arellano, gerente de la cooperativa, destaca que a lo largo de estas seis décadas se ha trabajado siempre por y para la defensa y apoyo del socio, lo cual les ha llevado a concentrar sus esfuerzos en I+D+i –investigación, desarrollo e innovación– para ofrecer el mejor producto posible, creándose una semilla libre de virus y enfermedades. “Hemos intentado evolucionar en todos los servicios que se pueden prestar”, cuenta Arellano, poniendo en valor que este año, “en nuestro buen hacer”, el Ajo Santo ha vuelto a recibir el Premio Gran Selección ‘Campo y Alma’, siendo galardonado por sexta vez.
COMPROMISO
“La clave está en el servicio y la calidad a los socios, así como el buen hacer de tantos años porque la gran mayoría de la plantilla lleva muchos años y los socios igual, la mayoría son hijos de otros socios y vienen arraigando ese buen saber de sus padres”, transmite la gerente.
En torno al 90% de la plantilla está formada por mujeres, incluidos puestos como encargadas, responsables de calidad, jefas de sala...
Tal y como corrobora Arellano, en torno al 90% de la plantilla está compuesta por mujeres, incluidos puestos medios como encargadas, responsables de calidad, jefas de sala… es objetivo de la cooperativa, también, que se alcancen puestos de representación en consejos rectores, ya que también hay un importante volumen en cuanto a socias. Tanto es el compromiso de la cooperativa con el sector femenino que hace unos años se creó la marca ‘Alicina’, cuenta la gerente, para así valorar el papel de la mujer rural y el vital trabajo que han desempeñado en el cultivo del ajo.
Desde hace décadas, San Isidro El Santo exporta su calidad por todo el mundo, trabajando de la mano con países de toda Europa, América, África, Asia… Especial demanda tiene el ajo morado, “nuestro símbolo”, representando el 50% de la producción.
A esta feria, precisa Arellano, la cooperativa acude con la intención de afianzar su producto, promocionar el ajo y continuar avanzando en sus retos más próximos. “Siempre hay algún mercado nuevo al que intentas llegar o con el que estás en negociaciones. Fuimos pioneros en Japón y podemos serlo en otros sitios”, recuerda Arellano, invitando a todo el mundo a disfrutar de esta Feria Internacional del Ajo que hará las delicias de todos los asistentes. Y es que, como comenta, el ajo no solamente es un producto sabroso para degustar, sino que también es, históricamente hablando, un producto muy saludable que se ha utilizado como antibiótico y antibacteriano.
