Desde 1963 está en marcha la cooperativa San Isidro El Santo de Las Pedroñeras, que fiel a su tradición este año volverá a contar con un stand en la Feria Internacional del Ajo de Las Pedroñeras para promocionar sus productos y estar en contacto con sus clientes, que son muchos en la zona.
La producción de este año supera ya los 18 millones de kilos de ajos, más del doble que los 8 con que empezó su andadura. Algo motivado sobre todo por el ajo temprano, que da más kilos por hectárea, aunque el producto estrella, reconoce su presidente, Agustín Ortiz, sigue siendo el ajo morado, “que tiene muchas más propiedades, como su alto contenido en alicina y su sabor mucho más intenso. Y además es el que mejor se trabaja, aunque las cooperativas tenemos que tener de todas las variedades para abastecer el mercado”.
El problema, cuenta, está en que todavía son muchos los consumidores que no saben distinguir entre un ajo morado y un ajo violeta. “La mayoría no lo distinguen. Para darlo a conocer, nosotros nos intentamos promocionar en ferias, sobre todo en Madrid, pero es necesario más marketing”, señala.
Luego está la competencia, que es grande, máxime en provincias tan dedicadas al sector agroalimentario como Albacete y Cuenca. “Sobre todo de ajo temprano ha habido mucha producción y las ventas están un poco paradas”, reconoce.
En el exterior, el mayor daño al sector lo sigue haciendo el ajo chino. “Ha tenido una progresión muy grande y campañas de promoción muy fuertes, incluso en contra de nuestros ajos. Y tienen precios más baratos. Países como Brasil han vuelto a coger ajo chino”, lamenta. Aunque países como Italia, Inglaterra o Japón siguen siendo fieles al ajo pedroñero.
La mayor cooperativa
Pese a todo, la cooperativa San Isidro El Santo de Las Pedroñeras está considerada, desde el año 2004, la mayor cooperativa de ajos del mundo, algo en buena parte consecuencia tanto de su excelente materia prima como del uso de las tecnologías más actuales y de su apuesta por la calidad a través del “esfuerzo, el cariño y la tradición”.
La actividad de esta cooperativa contribuye así sobremanera a la generación de empleo y riqueza en Las Pedroñeras y su comarca. Y ayuda, también, con su producto denominado Ajosanto (disponible, como el blanco, durante todo el año gracias a sus instalaciones de frío) a elevar la calidad de la gastronomía conquense con el que para muchos es, de lejos, el mejor ajo del mercado.