Todas las comarcas de la provincia de Cuenca tienen un gran potencial turístico que hace de esta provincia un destino muy atractivo. Hoy nos acercamos a conocer de cerca la comarca del Záncara, en La Mancha conquense, y lo hacemos de la mano de la Asociación para el Desarrollo Integral del mismo nombre: ADI El Záncara, desde donde se ha puesto en marcha un programa para promocionar esta amplia comarca que abarca 33 municipios en los que, sin duda, el viajero encontrará un amplio y atractivo abanico de posibilidades.
Recorrer sus pueblos es hacer un viaje al pasado a través de los vestigios de su larga historia y su rico patrimonio. Personajes ilustres de la talla del Marqués de Villena, el Infante Don Juan Manuel, Jorge Manrique y el gran Don Quijote, nuestro personaje más universal de la literatura habitaron estas tierras.
El paseo por la comarca del Záncara nos permitirá conocer los 7 molinos de viento de Mota del Cuervo ; el Molino de agua “El Blanco”, situado en la ribera de “El Záncara” en el término de Carrascosa de Haro, abierto al público los fines de semana desde el mes de junio. O visitar la mina romana de lapis specularis “La Condenada” en Osa de la Vega , recorrer sus castillos, las iglesias, los museos… o perderse en localidades de la talla de San Clemente, Villamayor de Santiago, Belmonte, Villaescusa de Haro, Las Pedroñeras, Castillo de Garcimuñoz… donde resaltan sus impresionantes conjuntos monumentales, harán las delicias de quienes los visiten.
La Comarca “El Záncara” es rica en humedales y lagunas que salpican gran parte del territorio, además de su interés paisajístico, la existencia de diversidad de biotopos, permite el mantenimiento de una variada fauna que encuentra en ellos sus lugares de refugio y alimento, permanentes o estacionales. Las especies observables están en función del período del año y el tipo de hábitat o ecosistema en el que nos encontremos. Destacan, entre otros, cigüeñas, grullas, gacomarrzas, patos y flamencos, estos últimos han pasado de ser una especie no muy abundante hace unos 20 años, a ser uno de los iconos de los Humedales Manchegos. Desde el año 2010, la laguna de Manjavacas en Mota del Cuervo alberga la primera colonia de cría del centro peninsular con más de 1.000 nidos.
Toda esta riqueza cultural, paisajística y patrimonial viene acompañada de una magnífica oferta de plazas hoteleras, casas rurales, áreas para caravanas y restaurantes , que harán gozar al viajero y disfrutar de una rica gastronomía degustando los excelentes productos de la tierra: cordero, quesos, ajos, embutidos, carne de caza y buenos vinos.
Además debido a la situación excepcional que se está viviendo por la Covid-19, en todos los enclaves turísticos se han adoptado protocolos de actuación para recibir al turista. Los edificios han sido dotados con gel hidroalcohólico, mamparas, distancia de seguridad, el uso de mascarillas, se han reducido aforos y limitado el número de personas en la visitas guiadas, instalado códigos QR para seguir las explicaciones en el caso de San Clemente y en el Castillo de Belmonte, si el viajero así lo prefiere. Todo con el fin de consolidar el turismo en la comarca, fuente de riqueza y trabajo y aprovechar su privilegiada posición geográfica para atraer al turista y conseguir fijar población.
