Fieles a una tradición que se remonta a más de cuatro siglos, las hermandades de la Virgen de Rus y del Remedio han vuelto a realizar este domingo su trueque de imágenes en una romería que, como cada año, y a pesar de la amenaza constante de lluvia, ha contado con la participación de miles de personas.
La subasta de andas el Domingo de Resurrección, que este año han sido adjudicadas a Javier Cañadas por 64.000 euros mientras que las de la Santa Cruz lo han sido a José Mesas por 12.000 euros, daba el pistoletazo de salida a una de las fiestas más emotivas de toda la región, declaradas de Interés Turístico Regional desde el año 2000, y que este año han contado en el Día de la Venida de la Virgen de Rus con la presencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; y el vicepresidente primero del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro.
La Fiesta de la Venida de Rus arrancaba el día de vísperas con el traslado de la Virgen del Remedio desde su ermita en el barrio del Duz hasta la Iglesia parroquial. Lo hacía a hombros de los hortelanos, como viene realizándose desde 1794 por deseo de María Josefa Melgarejo tras donar la imagen a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul.
El domingo los actos arrancaban a las 6,30 horas con la misa y procesión de despedida de La Hortelana, ya a hombros de la cuadrilla de porteadores. A usos y costumbres, la copatrona recorría en procesión los conventos de clausura de la localidad antes de emprender el camino hacia el santuario de Rus.
La distancia entre San Clemente y el Santuario de Rus es de 9 kilómtros, y la cuadrilla los recorre a la carrera, ayudados por los cientos de sanclementinos que les acompañan en este emotivo traslado.
Ya en Rus, tras la misa en presencia de ambas imágenes, las miles de personas que aguardaban en el paraje disfrutaron de un sabroso almuerzo, hasta que a las 12 en punto, entre emocionados vítores y ritmos de jotas y pasodobles, la Patrona dejaba su santuario para regresar a San Clemente, donde permanecerá durante los próximos 40 días.
Se trata de una fiesta multitudinaria no solo de San Clemente, sino de toda la comarca, puesto que son numerosas las personas de municipios vecinos que no faltan cada año a una cita que vive uno de sus momentos más especiales cuando la Virgen de Rus llega a San Clemente y en 'El Santo', la patrona es descubierta de la lona que la protege durante el camino, se gira para mirar a su pueblo, y entre aplausos y vítores, la Morena Virgen de Rus baila.
Una hora y media tarda la Virgen en recorrer la calle del Carmen bailando a hombros de sus anderos. Una hermosa procesión que culminaba en la iglesia de las Carmelitas, con 'La carrerilla de la Virgen', un último esfuerzo de la cuadrilla que a las tres de la tarde dejaba a la patrona en manos de sus camareras, quienes la prepararon para la emotiva procesión de gala nocturna en la que la Madre volvió a recorrer el tramo que separa el Convento de las Madres Carmelitas de la Iglesia Parroquial a hombros de su cuadrilla sin dejar de bailar.
