La Asociación de Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo se sumará a una campaña impulsada por colectivos de regantes murcianos para reclamar ante los poderes públicos “que se pongan en marcha las desaladoras y se rebaje el precio del agua”, en aras de conseguir una menor dependencia del agua que se trasvasa desde el río Tajo al Segura.
Representantes de la Asociación de Municipios Ribereños de las provincias de Cuenca y Guadalajara y representantes de regantes murcianos del área de Totana han abordado esta campaña este domingo en Albacete, donde han mantenido una reunión para buscar puntos de colaboración y fórmulas que permitan el acceso a los recursos hídricos en ambas regiones.
El vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños, Borja Castro, ha hecho este anuncio durante la atención a los medios de comunicación en el encuentro de Albacete y ha justificado sumarse a la iniciativa, que viene de Murcia, “para pedir a las administraciones competentes que se pongan en marcha las desaladoras y se rebaje el precio del agua, porque es uno de los principales problemas que tienen”.
Castro ha añadido que, “igual si se consumiera más agua desalada, tendríamos menos dependencia del trasvase del Tajo al Segura”, y ha señalado que, de parte de los regantes de Murcia, les ha llegado la denuncia de que “hay un entramado político montado sobre el tema del trasvase y del agua, a favor de terratenientes, de fondos buitres”, lo que supone que “hay hasta 50.000 hectáreas de regadío ilegales que se sirven de agua del trasvase Tajo-Segura”.
Por parte de parte de los regantes murcianos asistentes al encuentro en Albacete, la presidenta Agrupación Rural de Regantes del Raiguero, María Costa, ha dicho que acuden a esta reunión en la comunidad vecina dado que “en Murcia nos cierran todas las puertas, así que vamos a Castilla-La Mancha a preguntar qué problemas tienen ellos y dónde podemos acercarnos”.
Costa se ha mostrado sorprendida al saber que en la cabecera del Tajo “tienen que regar con cubas” y ha pedido que haya unión entre los regantes de ambas regiones: “El dinero es lo que mueve el agua, debemos empezar a revertirlo y para eso los regantes y las personas que viven en Castilla-La Mancha tienen que unirse a nosotros. Si no tenemos voz el pueblo, estamos muertos, estamos en manos de cuatro”, ha sentenciad
