La resina de los pinos es un producto natural y renovable cuyos derivados están presentes en multitud de productos elaborados, desde la alimentación a farmacéuticos, o desde la cosmética a procesos industriales.
España es la principal productora europea pero está muy alejada de los países productores que condicionan el mercado internacional como China y Brasil. Las 12.000 toneladas anuales de resina que se producen de media en España suponen algo más del 1% de la producción mundial. Cualquier pequeña variación en el mercado global afecta a los precios que los industriales y resineros pactan al comienzo de la temporada y, por tanto, a la continuidad de la actividad.
El grupo operativo Resinlab ha ido al territorio a preguntar a los protagonistas de la cadena de valor qué necesitan para construir de abajo a arriba un ecosistema sostenible que permita mantener la presencia del resinero en el monte, el aprovechamiento de un producto nacional, natural y renovable, y una actividad industrial que consuma este producto.
Aída Rodríguez, de la Fundación CESEFOR y coordinadora del GO Resinlab, destaca entre los objetivos de este proyecto, que finaliza ahora dos años de trabajo para diagnosticar las fortalezas y debilidades del sector, impulsar nuevos modelos de profesionalización del oficio de resinero; desarrollar nuevas tecnologías de extracción de la resina que aseguren su sostenibilidad y la creación de un observatorio de datos de la resina de libre acceso que ofrece transparencia al sector y facilita la incorporación de nuevos resineros.
Asociacionismo y nuevos modelos de profesionalización
Desde Resinlab se han promovido y creado asociaciones provinciales de resineros que respondan a las necesidades específicas de cada territorio, como es el caso de las de Cuenca, Soria y León.
“No era un objetivo del grupo operativo crear asociaciones, sino que estas han venido derivadas de las necesidades marcadas por los resineros”, comenta Alejandro García, de la Cooperativa Pinaster, socio del grupo operativo encargado de identificar las necesidades de los resineros.
En su opinión, “el asociacionismo facilita la transmisión de conocimiento de los resineros más expertos hacia las nuevas incorporaciones; identifica necesidades y genera sinergias para esquivar las debilidades del sector y potenciar sus fortalezas para crear un modelo productivo más rentable”.
Otro de los problemas detectados es la necesidad de mantener unas rentas durante todo el año asociadas a una actividad forestal en el monte, especialmente los dos o tres meses en que la actividad resinera debe parar. Así, en el grupo operativo se han debatido propuestas que servirán a las comunidades autónomas a establecer sus propuestas para mantenimiento de la actividad resinera en el monte.
La figura del contrato territorial, la posibilidad de formar cooperativas o las ayudas de las diputaciones provinciales son algunas de las propuestas realizadas.
Innovación en el aprovechamiento
El grupo operativo Resinlab ha dispuesto de siete parcelas laboratorio donde se ha probado la técnica de taladro circular mecanizado con la intención de mejorar la eficiencia y el esfuerzo empleado en las tareas de resinación. “Reducir el trabajo del resinero en cada pino le permite resinar más ejemplares y aumenta su rentabilidad”, asegura Aída Rodríguez.
Los resultados son dispares en función del tipo de pinar y de cómo se ha desarrollado la experiencia. Mientras que en algunos pinares este sistema reduce la producción de resina al necesitar más tiempo el resinero, en otros ha aumentado o se mantiene.
Los investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha consideran necesario ampliar los estudios una o dos temporadas más para poder extraer resultados concluyentes que evalúen exactamente las mismas condiciones del aprovechamiento en todos los pinares (tiempo de resinación, forma de utilización del taladro, disponibilidad de las bolsas o recipientes que recogen la resina, tipos de pinos en los que se desarrolla la experiencia, etcétera).
“Hasta que no ha llegado Resinlab el resinero no ha sido protagonista de los proyectos de innovación del sector”, asegura Alma Prados de Jogosa.
Los resineros consideran importante reducir el tiempo de trabajo en cada pino y apuntan a la actividad del desroñe de la corteza del pino y la remasa como una de las actuaciones más exigentes que requiere la resinación.
Conclusiones
El mapa de potencialidad demuestra que hay una gran superficie de Pinus pinaster para aumentar la producción de resina en España, pero se necesitan resineros que consideren atractivo el trabajo desde el punto de vista laboral y económico.
La fluctuación en los precios internacionales y la excesiva dependencia exterior de este mercado se presenta como una de las mayores debilidades del sector.
Resineros, empresas de primera transformación, propietarios forestales e investigadores consideran necesario mantener el clima de colaboración demostrado en el GO Resinlab, continuar con la investigación en innovación tecnológica y potenciar la elaboración de planes estratégicos que minimicen las debilidades del sector y desarrollen el potencial de todas sus fortalezas.