Las reservas hídricas de la provincia rozan el 51%

Las abundantes lluvias que se han registrado en la provincia de Cuenca durante el invierno y parte de la primavera ha tenido un gran beneficiario: los pantanos. Y es que, a las puertas del verano, los cinco embalses de la provincia parecen que hayan resurgido en cierta medida aumentando al estar al 50,84% de su capacidad, sumando 1.627 hectómetros cúbicos de agua almacenada.

Una cifra muy superior a la media de los últimos diez años, ya que según los datos recopilados por Las Noticias de Cuenca de las diferentes cuencas hidrográficas, el agua embalsada de media en la última década asciende a 1.236 hectómetros y un 38,63%, una cifra que en esta semana está once puntos por encima.

Por embalses, el que registra un mayor volumen de agua embalsada es el pantano del Molino de Chincha, cuyos seis hectómetros de capacidad están completos al 100%. Le sigue el pantano de Contreras, que con una capacidad máxima oficial de 361 hectómetros, tiene almacenados 252 hectómetros, lo que supone el 69,81% del total.

El pantano de La Toba, en plena Serranía conquense, se encuentra al 70% de su capacidad, albergando 7 hectómetros de los 10 máximos que puede almacenar. También en la cuenca hidrográfica del Júcar se encuentra el embalse de Alarcón, que en estos momentos está al 66,19% de su capacidad con 740 hectómetros de agua, siendo el aforo máximo 1.118 hectómetros cúbicos.

Por último, en la cuenca del Tajo, está el embalse de Buendía. Es el de mayor capacidad de la provincia con un aforo máximo de 1.705 hectómetros, y está al 36,48% de su capacidad con 622 hectómetros.

Estos datos son más altos que los registrados los últimos dos años en varios pantanos del territorio conquense porque, por ejemplo, La Toba acumulaba, en estas mismas fechas, 4 hectómetros en 2023 y y 5 en 2022. Alarcón también acumula más agua que los años anteriores, ya que hace 365 días tenía 653 hectómetros y en 2022 superaba los 600 hectómetros. El Molino de Chincha también registra más agua embalsada durante el último año, en concreto un hectómetro más.

Aunque la mayor crecida de agua embalsada en los últimos años se registra en el pantano de Buendía. En la misma semana del año pasado, acumulaba 389 hectómetros cúbicos, un 22,8% menos.

MEDIA DE LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS

El nivel de agua almacenada actualmente es un 12,75% más alto que el que se registra en la media de los últimos diez años, ya que en términos porcentuales se ha registrado la última década 1.236 hectómetros cúbicos embalsados frente a los 1.644 hectómetros actuales.

Por pantanos, el que mayor volumen acumula de media es el del Molino de Chincha, con 5 hectómetros, el 83%. Le siguen Contreras con 252 hectómetros y el 69,8%; La Toba, que ha almacenado 6 hectómetros, lo que equivale al 60% y Alarcón, con 601 hectómetros (53,7%). El embalse que peor situación ha presentado los últimos diez años ha sido el de Buendía, ya que el nivel medio ha sido de 21,8%, lo que equivale a 372 hectómetros.

Por tanto, los embalses de la provincia de Cuenca afrontan un verano con las mayores acumulaciones de agua de los últimos años porque, aunque este pasado invierno haya sido el segundo más cálido desde 1961 en Castilla-La Mancha, en términos de lluvias sí que ha sido húmedo con cuatro borrascas de gran impacto en el territorio regional a finales de enero y mediados de febrero. A ello, se suman las abundantes precipitaciones de Semana Santa, que obligaron a cancelar numerosas procesiones por todo el territorio conquense.