Montañas, ríos, lagunas y humedales. Todos constituyen un escaparate natural en el que perderse y encontrarse. La provincia de Cuenca goza de un vasto territorio serpenteado por tres reservas de la biosfera, las tres únicas declaradas en Castilla-La Mancha.
El Valle del Cabriel, La Mancha Húmeda y el Alto Turia son, a su vez, agentes de cambio para los municipios enmarcados dentro de sus territorios. Las tres zonas se fraguan como un punto de partida para potenciar a nivel socioeconómico estos núcleos de población, una transformación en la que la sostenibilidad juega un papel fundamental. Así lo explica Miguel Ángel Rubio, coordinador técnico de Adiman, la Asociación para el Desarrollo Integral de La Manchuela Conquense, entidad impulsora de la Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel.
El territorio se ve inmerso en una iniciativa que metamorfoseará en un futuro próximo a la zona. “Va a ser un gran paso que, al fin, va a demostrar que estar dentro de la declaración de Reserva de la Biosfera tiene una utilidad práctica”, señala. Desde su declaración en 2019 por la UNESCO, fundamentalmente a causa de la irrupción de la pandemia, aún no se han podido poner en marcha proyectos de gran calado que alienten su desarrollo social y económico. Estas iniciativas contemplan un impulso a la reserva de la biosfera basado en tres pilares principales , que son la puesta en marcha de la marca de productos Valle del Cabriel, el desarrollo de proyectos de ecoturismo, así como de ganadería y agricultura sostenible. Asimismo, abarcará otros horizontes como la celebración de la Feria del Clima de la Reserva de la Biosfera, el aprovechamiento de los recursos forestales y micológicos de forma sustentable. Un ejemplo de ello sería la distribución de madera certificada, resinaciones o ácidos esenciales de plantas aromáticas.
“Va a ser un gran paso que, al fin, va a demostrar que estar dentro de la declaración de Reserva de la Biosfera tiene una utilidad práctica”El de mayor envergadura es la señalización de todo el espacio dentro de la reserva, según Rubio. Este pretende indicar las entradas en las principales vías de comunicación, así como de los recursos más importantes de este medio natural. Las iniciativas a desarrollar están a la espera de la resolución definitiva de concesión de las ayudas específicas para las reservas de la biosfera en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de los Fondos Next Generation. Se aprobarán proyectos por una cuantía de 1.115.000 euros, que es el presupuesto disponible en Castilla-La Mancha para esta reserva de la biosfera en esta convocatoria. Se han presentado en la región 40 propuestas para el Valle del Cabriel por importe total de 2.669.467,56 euros.
El primer paso en esta dirección va a ser un plan de comunicación que dote a la entidad de herramientas básicas como lo es un portal web o el impulso de las redes sociales. A este plan se une un programa de participación ciudadana con talleres dirigidos a todos los municipios dentro del Valle del Cabriel con la finalidad de dar a conocer a las personas que “están dentro de una Reserva de la Biosfera y lo que ello implica. Asimismo, se busca que se involucren en su gestión”, detalla Rubio. Más allá de esta formación, los vecinos tendrán la posibilidad de participar activamente en el plan de gestión de la reserva, que tendrá una duración de entre cuatro y seis años. “Desde la fundación queremos que sean los propios habitantes los que definan las medidas y las líneas de actuación”, indica. Hasta el momento, la repercusión económica que tiene la obtención de la declaración es principalmente indirecta, un impacto que aún, no es posible calcular, según Rubio. “No ha pasado tiempo suficiente para valorarlo. Esa repercusión tiene que ver con los servicios turísticos que se desarrollan en la zona o con la promoción de productos agroalimentarios”, explica.
El ecoturismo, la marca Valle del Cabriel, la ganadería y la agricultura sostenibles serán los pilares del desarrollo socioeconómico del Valle del CabrielRubio especifica que, desde el punto de vista de la producción agropecuaria, más del 50% se elabora dentro de la reserva, un catálogo de productos que incluye vinos, mieles o quesos.
CONSERVACIÓN
Cuidar este regalo de la naturaleza es importante. No solo por su calado social y económico para los vecinos de la zona, más bien por su papel esencial para el desarrollo del planeta. La Fundación Global Nature se encarga de preservar y trabajar sobre estos enclaves naturales, en concreto, en los de La Mancha Húmeda. Actualmente tienen en activo un proyecto desde el año 2020 en esta reserva, una labor que llega tras la iniciativa Life Humedales de la Mancha concluida en 2016 en los humedales situados en Las Pedroñeras, Las Mesas y en el Complejo Lagunar de Manjavacas. La evolución de estos enclaves ha sido en positivo. Como resultado, la supervivencia de la población vegetal del área, de 200 hectáreas, es de un 70% tras la acción llevada a cabo en ella.
Después de adquirir terrenos agrícolas circundantes, los operarios de la entidad comenzaron a plantar especies herbáceas propias de la zona para mejorar así la salud de los humedales. “Los agricultores, por aquel entonces, se aproximaban mucho a la zona.
Lo que se hizo con esta medida es establecer un cordón alrededor de los humedales, lo que se llama una zona buffer o un tampón para protegerlos y que los agricultores se dediquen a su actividad, pero con un margen que separe las zonas”, explica Ernesto Aguirre, técnico y coordinador del proyecto Life Wetlands4climate en Castilla-La Mancha, que a día de hoy sigue vigente y que pone el foco en el Complejo Lagunar de Manjavacas.
No solo desempeñan un trabajo de impacto directo en estas zonas, también promueven un trabajo de sensibilización con los gestores de espacios, con los agricultores, los jóvenes y los niños. A estos colectivos la fundación le traslada pautas sobre buenas prácticas medioambientales y los hacen partícipes con la elaboración de encuestas de opinión. “Ello permite saber en qué hay que hacer un mayor esfuerzo para transmitir determinados conceptos, buscar ayudas para apoyar a los agricultores, a los pastores y cazadores. Al fin y al cabo, la sociedad se beneficia de que estos lugares estén bien conservados”, señala.
Actualmente la Fundación Global Nature está inmersa en un proyecto en la laguna de El Hito, que no forma parte de La Mancha Húmeda. Asimismo, la entidad apoya su inclusión dentro de esta reserva. “Cuanta más protección se le pueda dar, mejor. Al fin y al cabo, esta declaración es una visión que trata de armonizar la conservación de esta biodiversidad con el desarrollo socioeconómico.
Así, la provincia, paso a paso, consolida la conservación y el desarrollo socioeconómico de sus grandes tesoros de la naturaleza.
Un proyecto para minimizar la huella de carbono en ManjavacasLa iniciativa Wetlands4climante pretende reducir la emisión de dióxido de carbono y mantener en unos niveles estables la biodiversidad del Complejo Lagunar de Manjavacas. El proyecto, puesto en marcha en 2020, cuenta con un equipo de técnicos, biólogos y ambientólogos. Su propósito es gestionar la vegetación, en particular del carrizo, para reducir la emisión de dióxido de carbono y evitar que su crecimiento en exceso invada determinadas zonas para que no desaparezca la diversidad natural de la laguna.
Asimismo, esta planta es necesaria para una serie de aves, asociadas a ella de forma permanente, y sirve como zona de pasto a otras especies migratorias. A su vez, la vegetación que se siega puede tener otros usos como, por ejemplo, de cama de ganado o para elaborar abono orgánico. “Ello contribuye a tener menos recursos de origen químico, con lo cual se aumenta la capacidad de minimizar el impacto ecológico por emisión de gases de efecto invernadero”. Tras los resultados obtenidos en este proyecto, desde la entidad se ha redactado una propuesta de metodología que ya se ha presentado ante la Oficina Española de Cambio Climático para que, las empresas que quieran financiar la gestión del humedal, puedan llevarlo a cabo.