Estar preparados para afrontar cualquier situación de rescate por difícil que sea. Ese es el objetivo que ha llevado a los bomberos del Servicio Provincial a organizar por tercer año consecutivo un curso técnico de rescate vertical en lugares de difícil acceso. Una actividad con la que se pretende conocer las técnicas necrsarias para poder desenvolverse con total seguridad tanto para los bomberos como para las víctimas en el medio vertical.
Impartido por EFIEMER, una de las pocas empresas de seguridad y rescate, si no la única, que imparte cursos que cuentan con el aval y reconocimiento de la Federación Española de Espeleología, cuenta con la participación de 13 bomberos, entre monitores y participantes de los dos parques que tiene la Diputación en Motilla del Palancar y Tarancón.
La provincia de Cuenca tiene muchas zonas con grandes paredes, barrancos y simas y también cuevas subterráneas que, además, cuentan con una gran afluencia de visitantes. Lo ideal, dice el coordinador del curso, Iván Muñoz, es que tanto si se están practicando deportes de aventura, como si se pasea o transita por parajes de estas características es que se adopten todas las medidas de precaución necesarias, pero en caso de accidentes es imprescindible poder contar con personal especializado que lo pueda hacer un rescate con total garantía.
Y en este sentido destaca que los bomberos del Servicio Provincial “son muy conscientes de que están en una zona de medio natural con mucha afluencia de gente, sobre todo en verano, debido a la cercanía con Madrid, por lo que son potencialmente candidatos a que pasen cosas”. Por ello incide en que “es necesario estar preparados para hacer rescates con éxito”.
Muñoz destaca que los formadores de la empresa aragonesa que imparte el curso además de titulados para la docencia también son bomberos, "un plus plus que les permite complementar la parte académica con experiencia personal.
Además, señala que "al ser compañeros empatizamos más y sabemos que tipo de situaciones se pueden encontrar”.
El curso, con una duración de 50 horas, comenzaba el lunes en el paraje de la Gena, en la Hoz del Júcar, detrás del cementerio de San Isidro de la capital provincial y finaliza este viernes en el Barranco de Poyatos, donde tras pasar por la formación en suelo y la aplicación aérea de las técnicas aprendidas, se trasladaban el miércoles para realizar ya simulaciones reales de rescate de heridos.
Freno de cargas, balanceos, contrapesos, tirolinas, o polipastos son algunas de las técnicas que se han trabajado. En definitiva se trata de maniobras muy técnicas “para mover camillas en aéreo sin que toque el suelo para salvar obstáculos o dificultades”, apostilla el coordinador del curso.