Recordar para no olvidar

Empezó como una plataforma, pero a día de hoy ya se ha constituido como la Asociación de Familiares y Víctimas de la Covid-19 en Castilla-La Mancha. Esta entidad surgió de la mano de María José Saiz en Quintanar del Rey con el objetivo dar visibilidad y reconocer a todas las víctimas que murieron a causa del virus. Ahora, cinco años despuñes, además de continuar con los homenajes, la Asociación se ha convertido en “un refugio” para todos aquellos que perdieron a un ser querido.
Por ello, este domingo 16 de marzo a las 11:30 horas, la entidad ha organizado un acto en el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha porque, para ellos, “recordar es la única manera de detener el tiempo”. En este evento leerán los nombres de los fallecidos que han ido recopilando desde su puesta en marcha y depositarán juanto a un olivo del jardín cartas de recuerdo y otros objetos para “intentar aliviar el dolor”. Para terminar lanzarán globos biodegradables al cielo con mensajes pintados. Eso sí, si alguna persona quiere que se incluya el nombre de su familiar en esa lectura solo tiene que contactar con la asociación por redes sociales o por correo electrónico en plataformaafectadoscovidclm@gmailcom. “Estamos encantados de que se pongan en contacto con nosotros, ya sea desde Cuenca o desde cualquier punto de España”, añade.
Si bien, más allá de honrar su memoria con actos, la entidad reclama que se lleve a cabo la comisión de investigación que aprobó el Congreso de los Diputados para dilucidar qué ocurrió durante aquellos meses. “Esto no va de colores políticos, va de conocer qué se hizo mal”, subraya.
Y es que, para personas como ella “fue un horror lo que vivimos, las circunstancias en las que murieron nuestros familiares fueron inhumanas y no pudimos despedirnos”, recuerda María José Saiz. Desde su punto de vista, eso fue lo más duro, “no poder estar con tus familiares, no poder hacer funerles, no abrazarnos”, apostilla. De ahí que para personas como María José Saiz sea fundamental esta asociación ya que a través de redes sociales comparten sus emociones y sentimientos con personas que han pasado por lo mismo. “Hemos creado una gran familia con la que poder expresarnos y poder soltar el dolor, ojalá algún día sepamos la verdad de todo lo que pasó”, concluye.