El Gobierno regional y la Diputación de Cuenca han suscrito este lunes un convenio para la puesta en marcha en Cuenca capital y en los municipios de Enguídanos y Cardenete de un proyecto piloto para la recogida selectiva y tratamiento de residuos orgánicos.
El convenio, por un importe de 19.800 euros, ha sido firmado en la Diputación por el consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, y el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana.
Esta cuantía se destinará a la adquisición de unidades modulares de compostaje y de cubos domésticos de biorresiduos y al servicio de control y formación.
El representante de la institución provincial ha detallado que se van a desplegar 18 composteras y 150 contenedores para que los vecinos puedan depositar por primera vez en la provincia los biorresiduos por separado para que se pueda generar un compost que sirva como abono orgánico para estos núcleos de población.
En el caso de la capital, se llevarán a cabo dos experiencias de compostaje en la residencia Sagrado Corazón de Jesús y en un centro educativo que aún está por determinar.
Desde la Diputación se hará el seguimiento del proyecto y se acometerá la formación de los responsables municipales para que “el proyecto pueda ser un éxito” y extrapolable al resto de la provincia.
Además, se va a hacer una inversión conjunta de dos millones de euros por parte de la Junta y de la Diputación para la puesta en marcha de plantas para el tratamiento de biorresiduos en Cuenca capital, Pedroñeras, Motilla del Palancar y Tarancón con el objetivo de que en el momento en que este servicio se extienda por los municipios de la provincia esté ya preparado el sistema.
Según ha concretado el consejero, la ejecución de estas plantas se llevará a cabo entre los ejercicios 2021 y 2022.
Para Martínez Chana, este proyecto muestra el “compromiso” tanto del Gobierno regional como de la institución provincial con la economía circular y ha incidido en la importancia de que las administraciones trabajen para que la ciudadanía tome conciencia y compruebe los beneficios tanto medioambientales como económicos de la recogida selectiva de residuos.
Por su parte, el consejero ha detallado que esta iniciativa se enmarca dentro de los 173.000 euros que se van a destinar en Castilla-La Mancha para desarrollar varios proyectos de estas características.
Escudero ha subrayado que esta recogida selectiva de residuos ayuda a la disminución de gases invernadero, lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático, al tiempo que supone desarrollo económico y creación de empleo.
