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Violencia de Género

La provincia registra 33 nuevos casos de violencia machista desde marzo

Según los dato de Interior, en Cuenca se contabilizaban a fecha 31 de mayo 373 casos activos, siendo uno de ellos de riesgo alto
La provincia registra 33 nuevos casos de violencia machista desde marzo
01/06/2020 - Dolo Cambronero

Si el confinamiento impuesto para frenar la Covid-19 se ha hecho duro para la mayoría de la población, para las mujeres que sufren violencia de género, el encierro ha sido una doble condena. Desde marzo al 31 de mayo, se han registrado en la provincia de Cuenca 33 nuevos casos de violencia machista, de los que han sido víctimas 30 mujeres, según los datos del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) del Ministerio del Interior.

Según estas estadísticas, hasta el último día de mayo había un total de 2.409 casos de violencia de género (2.185 víctimas) en la provincia frente a los 2.376 (2.155 víctimas) que se contabilizaban el 29 de febrero.

De los 2.409 casos, 373 están activos, es decir, tienen seguimiento policial. De ellos, la gran mayoría son de riesgo no apreciado (261) y bajo (93). Además, hay 18 casos de nivel medio y otro, de riesgo alto.

Del total de casos activos, en 84 de ellos hay menores a cargo de la víctima. No obstante, no se contabiliza ningún caso en el que se considere que haya riesgo de que el agresor pueda ejercer también la violencia sobre los niños.

De los casos en seguimiento policial, once son de los calificados como de especial relevancia (se detectan indicadores que aumentan de manera significativa la probabilidad de que el agresor ejerza sobre la víctima violencia muy grave o letal), presentando uno de ellos riesgo alto.

BAJADA RESPECTO AL AÑO ANTERIOR

No obstante, en comparación con el mismo periodo del año anterior, las situaciones de violencia de género son menores dado que del 28 de febrero al 31 de mayo de 2019 se contabilizaron 50 casos más.

La bajada contrasta con las previsiones que se hicieron al inicio del estado de alarma de un posible aumento de las agresiones debido al confinamiento aunque el descenso en relación con el año anterior también puede deberse a que el encierro haya podido dificultar que las víctimas denuncien, a pesar de los diferentes mecanismos existentes para facilitar que den la voz de alarma, sobre todo en las situaciones de riesgo extremo.