Las condiciones climáticas han hecho proliferar este año el número de enjambres de abejas en la provincia de Cuenca, lo que ha permitido recuperar la cabaña apícola que se había perdido en las dos últimas campañas. Sin embargo, esto tendrá repercusiones en la cosecha dado que estos insectos también tienen sus propios requerimientos nutricionales de miel y polen para sobrevivir, por lo que está prevista una disminución de la producción de miel.
“Desde la Asociación Provincial de Apicultores de Cuenca queremos incidir en el gran problema que sigue siendo la varroa para las explotaciones apícolas, que, junto con los cambios bruscos del clima, con una primavera adelantada y unos hielos posteriores que han afectado a las floraciones en curso, se va a tener una campaña bastante variable según las zonas”, señala Pepe Cava, el presidente del colectivo, que cuenta con 520 socios.
En relación con el aumento de enjambres en la provincia de Cuenca, que cuenta con unas 45.000 colmenas, Isabel Martínez Sahuquillo (de Miel 5 panales, en Campillo de Altobuey), apicultora con 25 años de experiencia, explica que las abejas adelantaron la cría a diciembre, algo que suele ocurrir habitualmente en febrero, lo que ha provocado un aumento considerable de la cabaña, algo “positivo porque se compensan las bajas” provocadas por la climatología en los últimos ejercicios, que habían sido malos para el sector.
En algunos casos, los productores no pueden controlar a los animales y algunos enjambres se están saliendo incluso de las colmenas. “Ellas siguen su camino. Cada año aprendes algo nuevo con las abejas”, cuenta esta apicultora.
Respecto a la cosecha, la campaña de miel se presentaba “espectacular” para esta primavera pero “se han estropeado” las optimistas previsiones porque las abejas no están pudiendo aprovechar bien la floración por los cambios bruscos de frío y calor que se están registrando esta primavera. “Están desorientadas con la climatología y el adelanto de la floración. Si hubiera hecho buena temperatura, habría habido una gran producción”, considera, aunque matiza que aún es pronto para aventurarse a hacer un balance dado que se está en el “ecuador” de la campaña, que arrancó a finales de marzo con la miel de romero, que es la “estrella” en la provincia de Cuenca.
Actualmente se está desarrollando la campaña de miel de tomillo, a la que sucederán paulatinamente en los próximos meses las de milflores, ajedrea, espliego y girasol, entre otras, aunque estas producciones no son tan fuertes.
Por otro lado, las buenas previsiones iniciales respecto a la floración de romero han hecho que apicultores de zonas como la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, muy afectadas por la sequía, se hayan desplazado hasta la provincia de Cuenca para asegurar la cosecha. No obstante, Martínez Sahuquillo puntualiza que esto no suele ocasionar problemas de competencia con las abejas de la cabaña conquense a la hora de la recolección de polen y néctar dado que, “por lo general, se suele guardar una cierta distancia”, asegura.
Apicultores murcianos y valencianos, afectados por la sequía, se han desplazado a la provinciaAÑO HISTÓRICO
Con todo y a pesar de que las buenas previsiones iniciales se han desinflado, los datos de cosecha de miel están siendo mejores en la provincia que el año anterior, señala por su parte Isidro Marín, presidente de la Asociación Provincial de Envasadores y Productores de Miel, quien estima que este año habrá un 60% de la producción de una campaña “normal”.
“Nunca he visto antes un año de tantos enjambres”, afirma este productor que cuenta con tres décadas de experiencia en el sector de la apicultura y que tiene colmenas que va moviendo por toda la provincia.
El responsable del colectivo de envasadores, que aglutina a una treintena de socios, cifra en 10.000 los enjambres nuevos. “Ahora toca cuidarlos. Los que tienen la apicultura como hobby van a disfrutar mucho este año con las abejas. Hay mucho movimiento”, subraya.
En cuanto a los precios, detalla que en principio se esperan una subida de un 20% de la miel de romero y también aumentos en la de otras flores aunque no tan grande. Respecto a la producción, una colmena puede generar entre 12 y 15 kilos.
