La provincia de Cuenca parece haber mantenido el tipo durante el mes de agosto en lo relativo a la ocupación hotelera, pese a la adversa coyuntura motivada por la pandemia de la Covid-19. Al menos, así se desprende de la última Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que cifra en un 36,61 por ciento la ocupación media durante agosto en los establecimientos hoteleros de la provincia; un 2,7 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior, cuando se situó en el 39,3 por ciento. Un buen dato en las actuales circunstancias que viene acompañado de otro en la misma línea, como ha sido el ligero incremento de la estancia media en los hoteles, pasando de los 1,64 días de agosto de 2019 a los 1,82 registrados este año.
No se puede obviar, sin embargo, la disminución experimentada durante agosto, tanto en viajeros como en pernoctaciones, aunque, eso sí, la caída ha sido mayor en el número de visitantes, que optaron por un hotel en la provincia, que en la cantidad de pernoctaciones en este tipo de establecimientos, lo que viene a indicar que la estancia ha sido más prolongada que otros años. Así, la Encuesta de Ocupación Hotelera cifra en 27.391 el número de viajeros que pasaron por los hoteles conquenses en agosto, un 31,1 por ciento menos que hace un año cuando hubo 12.342 más hasta alcanzar los 39.733. El incremento en un 3% del número de clientes nacionales, no ha llegado a compensar los algo más de 2.000 visitantes extranjeros menos registrados este año.
Las pernoctaciones en alojamientos turísticos en este periodo, por su parte, han experimentado un descenso del 23,5 por ciento al pasar de las 65.046 contabilizadas en agosto del pasado año a las actuales 49.747.
En cuanto a la procedencia de estos usuarios de establecimientos hoteleros, indicar que uno de cada cuatro turistas han venido de la Comunidad de Madrid, en concreto, un 26,8 por ciento. Le han seguido Comunidad Valenciana (23,3%), Castilla-La Mancha (13,3%), Cataluña (10,7%), Andalucía (6,4%), Región de Murcia (4,7%), País Vasco (4,4%) y Castilla y León (2,5%).
Orden de procedencia que prácticamente se repite a la hora de hablar de los turistas que optaron por pernoctar en algún establecimiento hotelero conquense, con los madrileños a la cabeza (27%), seguidos de levantinos (24%), castellano-manchegos (13,2%), catalanes (11,6%), andaluces (6,1%), murcianos (4,7%), vascos (4,4%) y aragoneses (2,4%).
CUENCA CAPITAL
Las cifras de la EOH en la capital conquense no distan mucho de la media provincial y ha experimentado una caída en las pernoctaciones que ha sido de menor envergadura que la registrada en el número de viajeros que han pasado por alguno de los 31 hoteles abiertos en agosto en la ciudad. Algo con cierta lógica si se tiene en cuenta que el 60 por ciento de estos visitantes contabilizados en agosto han elegido la capital como destino. En concreto, según el INE, 16.660 viajeros eligieron un hotel de la ciudad en este periodo, un 34,6 por ciento menos que hace un año, mientras que las pernoctaciones han ascendido a 31.314, lo que supone una caída del 27,2 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior cuando se elevaron a 43.011. El grado de ocupación hotelera, sin embargo, se ha situado en una media del 57,5%, 6,7 puntos porcentuales menos que en agosto de 2019.
CASTILLA-LA MANCHA
Castilla-La Mancha, por su parte, ha sufrido una caída más acusada, tanto en viajeros como en pernoctaciones. De hecho, los hoteles castellanomanchegos han recibido 97.881 turistas menos que en 2019, al pasar de los 230.872 contabilizados en agosto de 2019 a los 132.991 de este año. Y, en cuanto a pernoctaciones, señalar que se han elevado a 237.335, un 40,7% menos que hace un año cuando se elevaron a 400.512.
Por provincias, Cuenca ha experimentado el mejor comportamiento de toda la región, puesto que ha registrado el menor descenso de viajeros y pernoctaciones, encabezado por Toledo, con un 49% menos que en agosto de 2019. Situación que se mantiene si se habla del grado de ocupación, puesto que los hoteles conquenses han visto caer en menor proporción el número de clientes que los del resto de la región, volviendo a ser Toledo la provincia más castigada, con una caída del 14,7 por ciento.