Dinamizar el territorio conquense a través de redes de producción y consumo que impliquen y conciencien a la población sobre la importancia de consumir productos de proximidad. Ese es el objetivo que persigue Sembria, uno de los proyectos del programa formativo Urban Forest Innovation Lab (UFIL), que ya ha comenzado a dar sus primeros pasos.
Esta iniciativa emprendedora con sello femenino parte de Irene García y Silvia Majo que, tras desarrollar varios proyectos relacionados con caderas de valor vinculadas a actividades agrarias, ganaderas y forestales en Costa Rica, han decidido trasladar sus inquietudes a los municipios conquenses para aglutinar a los diferentes productores y articular canales de comercialización hasta los consumidores locales a través de Sembria, una red participativa en la que el cliente puede tomar decisiones sobre los medios de producción o si son o no adecuados los precios, asegurando el reparto justo y equitativo de beneficios. Si bien, a esta iniciativa también se han sumado Lucía García e Irene Rodríguez para sumar conocimientos y hacer más fuerte Sembria.
“No venimos a inventar nada nuevo, sino a poner en común valores locales, conectar iniciativas y articulas aquellas formas necesarias para visibilizar y dar salida a la producción local”, comentan .
Por tanto, ha sido fundamental encontrar productores dispuestos a estar integrados en la red Sembria y la Asociación de Apicultores de Cuenca ya se han unido. Tras meses de trabajo, Sembria comercializa mono dosis de seis tipos diferentes de mieles producidas en Cuenca que cumplen con los estándares de calidad ‘Miel de Cuenca’ y tres de ellas son Denominación de Origen ‘Miel de la Alcarria, aunque también han establecido contactos con productores de frambuesas ecológicas, de legumbres y de vino. Y es que, no quieren centrarse en una única materia prima sino que quieren fomentar la biodiversidad y por tanto, a pesar de estar en una fase inicial, prevén incorporar productos variados a su cartera y cualquier productor puede ponerse en contacto con ellas para comenzar a trabajar. “Todo se consolidará en la medida en la que los distintos eslabones comiencen a sumarse”, aseguran.
Cuando la red de productores se consolide entrarán en juego los comercios. Una parte fundamental para acercar los productos al consumidor final, aunque de momento no se ha adherido ninguno ya que están una fase inicial de contacto.
Sin embargo, el objetivo final es crear un sello de calidad diseñado para hostelería, restauración y comercios que garantizará que todos los eslabones de la cadena (productor, consumidor, comercio) han participado en el proyecto y están dispuestos a apostar por el producto local, de calidad y proximidad ya que los mecanismos de mercado actuales favorecen métodos de producción intensivos y deslocalizados, lo que genera impactos sociombientales negativos. Y esta es una situación que desde Sembria quieren revertir.
Así, si un futuro ven productos con el sello Sembria en una tienda, bar o restaurante sabrán que “ese establecimiento ha apostado por el producto local, por la dinamización del territorio rural y por la consolidación de esta red que une a productores y consumidores”, dicen.
Y sin duda, uno de los canales de difusión que más les están ayudado a visibilizar la propuesta son las redes sociales ya que publican contenido para publicitarse y “hemos notado como mucha gente está pendiente y se interesa”, explican. Todavía falta mucho trabajo por hacer pero creen que Sembria tiene futuro y están dispuestas a acoger a todas aquellas personas que quieran sumarse a esta red porque cada personas puede ser una potencial semilla que haga despegar a esta iniciativa.