La recolección de la rosa del azafrán ha finalizado en la provincia de Cuenca, La climatología ha acompañado y las previsiones han superado las expectativas. Aunque la cosecha ha sido desigual en las distintas comarcas productoras, tanto de la provincia como de la región, las primeras estimaciones hablan de un aumento del cincuenta por ciento respecto al año anterior. Así lo pone de manifiesto José Julián Beleña, gerente de Bealar S.L., una empresa afincada en el municipio de Motilla del Palancar, que con una extensión de cultivo de 10 hectáreas es la principal productora de azafrán de España, y que este año espera superar los 90 kilos de azafrán ecológico.
La humedad acumulada en un año de abundante pluviometría ha favorecido el desarrollo vegetativo de la planta que, además, ha tenido una floración espectacular. La rosa de azafrán comienza a recolectarse cuando bajan las temperaturas y las lluvias otoñales empujan a la salida de la flor. Este año al frío le ha costado llegar y cuando lo hizo entró además de golpe en el invierno con una ola de frío polar que paralizó la flor, pero después la llegada de un tiempo más amable hizo que reanudara con fuerza.
De hecho, esta es una de las campañas “más largas y mejores de los últimos tiempos”, destaca Beleña, que por otra parte recuerda que la del pasado año fue una de las peores cosechas de la historia, por lo que, en muchos casos, a pesar del buen desarrollo de este año, la producción de azafrán se puede considerar normal.
De esa forma, en el conjunto regional la producción se acercaría a unos 1.000 kilos en la Denominación de Origen Protegida Azafrán de La Mancha, el 50% más que el año anterior en el que la sequía causó estragos. De hecho, fueron 516 los kilos de azafrán los que se calificaron bajo el paraguas del marchamo de calidad en el conjunto regional y aunque hay producciones que no están acogidas a la D.O.P., la merma fue muy alta. Tanto es así que a principios de año las empresas habían agotado sus existencias, como es el caso de Bealar. “Algo que no nos había ocurrido antes” señala su gerente.
La campaña acaba de terminar en la provincia y no será hasta que esta semana se proceda a la certificación del producto por parte del Consejo Regulador de la D.O. , cuando comience a comercializarse la cosecha de este año. Con todo, las previsiones apuntan a que los precios tendrán un buen arranque.
"El año pasado el mercado empezó con 2.000 euros el kilo y terminó con 3.000 euros, yo creo que este año arrancará con una media de 2.500 euros el kilo, ya veremos como termina”, añade Beleña.
De momento las perspectivas en este sentido son alagüeñas, si bien el problema del azafrán es que el 90 por ciento del que se comercializa en España procede de otros países. Una situación que “nos está haciendo muy difícil a los productores poder seguir adelante”, apostilla Alfredo Minuesa, gerente de Azafranes Manchuela, una empresa afincada en Castillejo de Iniesta, que al igual que Bealar, es también envasadora y comercializadora de sus productos.
En este sentido, destaca que “es fundamental” que las administraciones “se impliquen de lleno” en defender y proteger el sector para evitar que desaparezca, pero también de un mayor esfuerzo en la promoción para dar a conocer los múltiples beneficios del azafrán manchego, tanto culinarios como para la salud. “Es una pena que un producto tan excepcional no se conozca. Aquí lo tenemos solo como un condimento mientras que otras culturas lo ven como medicamento”.
EXPORTACIONES "ESCANDALOSAS" DE AZAFRÁN PROCEDENTE DE TERCEROS PAÍSES
Los azafraneros de la provincia de Cuenca, la segunda productora de la región después de Albacete, se quejan de la situación que está atravesando el sector debido a la gran cantidad de azafrán de terceros países que entra en el país por parte de las comercializadoras alicantinas, murcianas o catalanas que copan el mercado de las especias, y que después de que España perdiera el estatus de potencia productora que tenía en los años 70 y 80 siguen manteniendo los primeros puestos en el mercado; para ello, importan producto de terceros países que tras envasarlo en España lo sacan al comercio exterior, fundamentalmente, pero también al interior.
“Para que nos hagamos una idea el año pasado en Castilla-La Mancha se produjeron unos 600 kilos de azafrán, que es más del 90 por ciento del que se produce en todo el país, pero sin embargo desde España se exportan 250.000 kilos. La barbaridad es así de grande”, señala el gerente de ‘Azafranes la Manchuela’, Alfredo Minuesa.
Según destaca, a España entra mucho azafrán de terceros países como Marruecos, Turquía, India o Grecia, pero sobre todo entra azafrán iraní. De hecho, el 90% del azafrán que hay en el mercado procede de este país, que produce en torno a unos 500.000 kilos al año, de los que España “exporta la mitad”. Incluso, señala Alfredo Minuesa, hay muchas empresas de Irán que comercializan desde España.
El Azafrán de La Mancha se diferencia por su estigmas, de color rojo vivo brillante, que sobresalen claramente de la flor, y un estilo de poca longitud. La mejor calidad, la encontramos en La Manchuela conquense
El azafrán iraní es de menor calidad que el español, muchísimo menos que el de la D.O.P. , considerado como el mejor del mundo “especialmente el de esta zona de la Manchuela”, dice, pero el precio es mucho más bajo. Aproximadamente el kilo estaría en unos 400 euros, cuantía contra la que es imposible poder competir con la producción nacional. “Nuestros costes de producción no tienen nada que ver con los de Irán, pero es que además tampoco tenemos extensión de cultivo”.
Desde la D.O.P. Azafrán de La Mancha luchan por conseguir que se aplique la normativa de trazabilidad, obligando a especificar en el envase el origen del cultivo, y aunque esperan que pronto se pueda cumplir tanto en este, como en otros productos, de momento las cosas siguen igual. “Los comerciantes prefieren el iraní porque les sacan 3 o 4 veces más rentabilidad que al nuestro”, lamenta Minuesa, que a su vez destaca que esta situación también ha llevado a una bajada del consumo de azafrán “por mala calidad del producto que se vende”, llevando en muchas ocasiones a que se sustituya por colorante. Para no equivocarnos tenemos que buscar que en el envase aparezca la mención D.O.P.Azafrán de La Mancha”, y que esté provisto de precinto de garantía y contraetiqueta numerada por el organismo de control.
Infusión de azafrán, innovación para diversificar el mercadoDespués de la drástica caída que experimentó el azafrán en los años 90, el cultivo se empieza a recuperar poco a poco como una alternativa para diversificar la renta agraria. El avance experimentado es mínimo si se compara con la superficie que tradicionalmente se dedicaba a este cultivo en la provincia, eso sí, en su mayoría en pequeñas parcelas familiares. En los últimos cuatro años, el cultivo del azafrán ha pasado de tener una extensión de 15,99 hectáreas en la provincia a 25,71, de las que 24,21 son de secano, según se desprende de la declaración de la PAC. Y la tendencia es ir en aumento.
Aunque ya hay avances tecnológicos hacia la mecanización, el proceso productivo sigue siendo cien por cien manual, lo que genera un importante volumen de mano de obra, especialmente en la campaña de recolección y monda.
Los precios del azafrán con Denominación de Origen son atractivos pero los costes de producción son elevados y en el mercado hay una gran presión por la competencia del azafrán procedente de países terceros. Por ello, empresas como ‘Azafranes Manchuela’, de Castillejo de Iniesta, han apostado por aumentar su línea de negocio.
Así, además de las hebras de azafrán, comercializan productos como quesos y miel con azafrán, pero también productos innovadores como una escama de sal, tipo Maldon, con azafrán
Según destaca el gerente, Alfredo Minuesa, el objetivo es seguir ampliando la cartera y en este sentido la empresa no para de investigar. En este punto, Minuesa cuenta que en estos momentos la atención de Azafranes Manchuela está en “hacer algo con la flor”. De hecho, llevan dos campañas haciendo pruebas para desecar la rosa y que pueda utilizarse como infusión.
“La flor tiene las mismas propiedades que el azafrán y hemos llegado ya a encontrar un método para desecarla, es complicado pero estamos en ello. La campaña pasada hicimos unas pruebas y este año ya hemos puesto a secar de forma natural toda la flor que hemos tenido y, en principio, parece que vamos a conseguir sacar una infusión que creemos que será muy interesante”, concluye.