La campaña de aceituna no está siendo nada buena este año en la provincia de Cuenca. Las almazaras calculan que la cosecha se reducirá, según las zonas, entre un 60 y un 70%, debido fundamentalmente a la falta de lluvias de este ejercicio. Además, algunas parcelas se han visto afectadas por la mosca del olivo.
De todas formas, el olivo es una planta altamente vecera, es decir, que alterna un año de cosechas abundantes con un ejercicio con poco fruto al siguiente. Y la campaña pasada fue muy buena. No obstante, técnicas de cultivo como el riego pueden contrarrestar esta característica.
Para Juan Fuentes, gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, en Mota del Cuervo, este es el motivo principal de la bajada de producción este año, a lo que se suma también la falta de lluvias.
“El cultivo de los olivos tradicionales se sigue comportando de forma vecera. Aunque las nuevas variedades en regadío tienen una producción más continua”, indica.
Por su parte, Miguel Ángel Ibáñez, de la cooperativa Alta Alcarria, de Valdeolivas, achaca la bajada en la producción fundamentalmente a la falta de precipitaciones a lo largo de este año.
Ibáñez reconoce que la campaña pasada fue muy buena –se alcanzó una producción de 6,2 millones de kilos- pero asegura que, si hubiese llovido este año, podría haberse mantenido la cosecha.
“Si llueve bien, la producción puede ser más o menos continua todos los años”, afirma.
“Las previsiones eran malas y se están confirmando”, apunta el gerente de la cooperativa moteña Nuestra Señora de Manjavacas, que detalla que en esta almazara la cosecha de aceituna será entre un 30% y un 33% de lo que fue la campaña del año pasado.
En esta zona, la recogida de variedades tempranas como la arbequina comenzó hace unos quince días y ya han empezado también a cosechar otras especies tradicionales como picual, cornicabra y manzanilla, entre otras. Calculan que para después de Navidades o, como muy tarde, mediados de enero, la campaña esté finalizada.
ACEITUNAS PICADAS
Fuentes reconoce que la primera aceituna que ha llegado no era de muy buena calidad debido a que procedía fundamentalmente de parcelas que se habían visto afectadas por la mosca del olivo y estaba picada. De todas formas, confía en que a partir de ahora comience a entrar fruto de mejor calidad porque no todos los olivares se habían visto dañados.
En cuanto a los precios, dice que son un “desastre”. “Siguen muy bajos y no hay atisbo de repunte”, asegura el gerente de esta cooperativa. No obstante, añade que el Ministerio de Agricultura ha organizado, con fondos de la Unión Europea, un almacenamiento privado que podría hacer subir algo los precios aunque se desconoce aún qué repercusión puede tener en el mercado.
Esta almazara, que cuenta con más de 2.000 socios, recoge aceituna de los pueblos de alrededor y también de municipios de otras provincias. La mayoría de los productores son pequeños ya que suele tratarse de un cultivo “residual” aunque la gente sigue manteniendo los olivos. “La mayoría se llevan todo su aceite para el autoconsumo”, indica el gerente de la cooperativa.
De todas formas, puntualiza que, debido a la “poca rentabilidad” del olivo tradicional, las parcelas de este cultivo se están transformando poco a poco. Así, prácticamente ya no se coge nada a mano y la mayoría de los agricultores cuentan con máquinas vibradoras para recoger la aceituna por lo que las campañas son mucho más rápidas que antes.
“Son los peores precios del aceite de los últimos diez años”
ALTA ALCARRIA
Las previsiones también son malas en la comarca de la Alta Alcarria, donde calculan que la cosecha será un 60% menos respecto al año anterior.
En esta zona se comenzó a recoger la aceituna a mediados de noviembre y desde la cooperativa Alta Alcarria de Valdeolivas, que da servicio a 22 municipios de esta comarca de las provincias de Cuenca y Guadalajara, calculan que la campaña se prolongará hasta enero.
En cuanto a la recogida, el gerente de esta almazara cuenta que ha estado yendo despacio a causa de las últimas lluvias y estima que va a ser corta. No obstante, vaticina que la calidad del aceite será muy buena a pesar de que, en algunas parcelas, los agricultores se han encontrado con aceitunas picadas por la mosca del olivo aunque “en general, están bien”.
En relación con los precios, Ibáñez lamenta que, una campaña más, continúen estando bajos. “Son los peores de los últimos diez años”, asegura el gerente, que matiza que había muchas existencias en el mercado, aunque espera que comiencen a subir algo ahora debido a la bajada de la producción.
De lo contrario, apunta que no va a ser rentable mantener los olivares de secano. En esta línea, apunta que hay productores fuertes de aceituna en esta zona porque al final solo están quedando los agricultores grandes.
