Las previsiones son “muy buenas” para esta campaña. Desde la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Cuenca estiman que la cosecha de aceituna se incrementará más de un 80% respecto al año pasado de media en la provincia conquense, que cuenta con unas 40.000 hectáreas de este cultivo, 33.000 de ellas en la comarca de La Alcarria.
De todas formas, el responsable del sector del Olivar de Asaja Cuenca, Gerardo González Bello, matiza que “todavía es pronto” para saber con precisión cómo irá la campaña dado que el grueso de la cosecha se desarrolla en diciembre y parte de enero aunque la recogida ya ha comenzado en noviembre debido a la demanda en el mercado de “un aceite más verde, más afrutado”.
Aunque todo apunta a que será una campaña tan buena como la de 2018-2019, cuando se recogieron unas 9.000 toneladas de aceituna en la provincia de Cuenca, habiéndose reducido en la cosecha siguiente, la del 2019-2020, a menos de 4.000 toneladas. Hay que recordar que el olivo de secano es una planta altamente vecera, es decir, que alterna un año de cosecha abundante con poco fruto al siguiente ejercicio, así que este 2020 sería teóricamente de los buenos. De todas formas, las explotaciones en regadío tienen una producción más continua todos los años.
Para González Bello, que también es olivarero en el municipio alcarreño de Villalba del Rey, las precipitaciones de 2019 llegaron ya tarde para la cosecha del año anterior pero sí que han servido para ayudar a que los olivares se recuperaran de cara a esta campaña dado que el suelo se encontraba muy seco.
En cuanto a la campaña actual, el responsable de este sector en Asaja Cuenca considera que las precipitaciones que se han registrado a principios de noviembre han hecho que se haya adelantado la recogida unos veinte días en relación con otros años.
No obstante, también apunta que unas lluvias abundantes pueden provocar problemas como la proliferación de insectos aunque este año, a pesar del agua caída en octubre y noviembre, está habiendo menos enfermedades que en otras campañas y el cultivo no se ha visto afectado en general por las mosca del olivo.
González Bello estima que la calidad del aceite también será buena y confía en que los precios estén algo más altos que el año pasado -cuando el agricultor recibió entre 31 y 33 céntimos, y sobre 36 y 37 en el caso de la aceituna ecológica-, puesto que está siendo una mala campaña en otros países productores como los del norte de África, Grecia e Italia. “Todo lo que esté por debajo de 50 céntimos no es rentable porque el coste de producción es ya de unos 20 y no te queda casi nada”, advierte.
Según Asaja, en la provincia de Cuenca hay unas 40.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la aceituna, de las cuales 33.000 están en la comarca de La Alcarria
ALTA ALCARRIA
Aunque tradicionalmente este cultivo se destinaba al autoconsumo de aceite ya que se trataba de explotaciones familiares de pequeño tamaño en las que ellas mismas se encargaban de la recogida, esto ha ido cambiando y en zonas como La Alcarria, cada vez hay más productores grandes. “Solo queda un pequeño porcentaje para el autoconsumo. Han desaparecido”, asegura Miguel Ángel Ibáñez, gerente de la cooperativa Alta Alcarria de Valdeolivas -que da servicio a 22 municipios de las provincias de Cuenca y Guadalajara-.
Las previsiones para esta campaña son todavía mejores en esta comarca, donde calculan que la producción será un 150% mayor que el año pasado, cuando la cosecha fue muy corta, según recuerda el gerente de esta cooperativa.
Entre el 70% y el 80% de las explotaciones están mecanizadas, utilizándose vibradores enganchados a tractores para recoger la aceituna. Sin embargo, los pequeños productores y también algún mediano continúan haciéndolo a mano dado que la inversión que hay que hacer en esta maquinaria es elevada y no les compensaría teniendo en cuenta lo poco que se le paga al agricultor. “Son precios ruinosos”, lamenta Ibáñez, quien, no obstante, confía en que logren repuntar algo en esta campaña.
El 99% de la aceituna que llega a esta cooperativa es de la variedad castellana, clase endémica de Cuenca y Guadalajara. Asimismo, la mitad de la producción que recibe es ecológica. El gerente confía en que, a pesar de la Covid-19, se pueda recoger toda la cosecha. “Nos da miedo que la gente que vive fuera no venga”, apunta.
LA MANCHA
En cuanto a la comarca de La Mancha, Juan Fuentes, gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas, en la localidad de Mota del Cuervo, también habla de una campaña “extraordinaria”. “Será una de las grandes cosechas, similar a la de 2018 y este año puede ser incluso de mejor calidad”, añade. Hace dos años, se alcanzó una producción de 2,9 millones de kilos frente al 1,5 del ejercicio pasado. “Igual la duplicamos aunque aún es pronto para saberlo”, matiza.
“Antes no se empezaba hasta diciembre pero ahora se coge más verde para hacer aceites más expresivos”, explica el gerente de esta cooperativa, que da servicio a una veintena de pueblos de los alrededores. Al igual que el responsable de este sector en Asaja Cuenca y su homólogo de Alta Alcarria, lamenta que los precios son bajos.