Basta con echar un vistazo a nuestros pinares, incluso en las inmediaciones de la capital, para comprobar la mayor presencia de bolsas de la procesionaria en el paisaje.
Y es que la incidencia media de esta plaga cíclica en los pinares de la provincia de Cuenca se ha disparado este año, tal y como confirma el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rodrigo Molina, quien apunta que “prácticamente se ha duplicado con respecto a la registrada el pasado año”.
La incidencia de la procesionaria en el año 2021 fue mucho menor que la media histórica, sobre todo, por la caída de las temperaturas que trajo consigo la borrasca Filomena. Aun así, la mayor presencia de los bolsones de esta oruga en nuestros pinos es más que evidente.
ZONAS MÁS AFECTADAS
Una mayor incidencia de procesionaria que responde, en palabras de Molina, al invierno tan suave que se ha registrado este año sin heladas extremas continuadas, que hayan diezmado la población de este insecto, puesto que, según recuerda, con temperaturas por debajo de los 10-11 grados bajo cero esta oruga muere.
Esta plaga cíclica está teniendo este año especial incidencia en La Serranía Media y Baja, por predominar en estas zonas los pinos negral o laricio y carrasco, más proclives a contar con la presencia de este insecto por tener las acículas más largas y tiernas. Todo lo contrario que ocurre con el pino piñonero, más propio de La Mancha, y el albar o silvestre, muy presente en la zona de Valdemeca.
Aunque esta oruga no llegue a matar al pino y tan solo lo defolie, desde la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible, su máximo responsable llama la atención sobre la necesidad de extremar la precaución en aquellas zonas afectadas por la procesionaria.
Y es que, según dice, no hay que olvidar que estas orugas tienen pelos con toxinas urticantes, que se le desprenden y flotan en el aire, lo que las hace especialmente peligrosas, sobre todo, para alérgicos y colectivos sensibles, como los niños. Todo ello, sin dejar a un lado a las mascotas, como los perros, que incluso puede llegar a perder la vida.
De ahí, que hiciera un llamamiento a la población para que evite estos días las zonas afectadas por la procesionaria, como por ejemplo áreas recreativas, máxime cuando ahora, a partir de mediados de marzo, con la llegada del buen tiempo, comiencen a bajar al suelo para enterrarse, formando las conocidas hileras, como si de una procesión se tratase. De ahí, su nombre.
En cuanto a los tratamientos, el responsable provincial de Desarrollo Sostenible detalla que no llevan a cabo de manera generalizada en los grandes pinares, sino que, en caso de necesidad, se actúa puntualmente en aquellas zonas que puedan afectar a la población, como es el caso de entornos urbanos, en colegios, parques, etc.
Aun así explica que desde el Gobierno regional se tiene en marcha una red de alerta de la procesionaria, que llevan a cabo los agentes medioambientales, con la que se hace un seguimiento exhaustivo de la evolución de esta plaga en todo el territorio autonómico. De hecho, cada año se elabora un plano de infestación, donde se marcan las zonas de pinares con presencia de la oruga y el nivel de daños.