El diputado regional, Benjamín Prieto, visitaba esta semana la cooperativa ‘Nuestra Señora de la Soledad’ en Fuente de Pedro Naharro. El representante por Cuenca en Las Cortes ha querido agradecer “todo el trabajo de los agricultores conquenses, en especial a los viticultores que recogen, en estos días, el fruto de meses e incluso años de esfuerzo”. Junto a su compañera de bancada, María Roldán, y las diputadas provinciales, Ana Cantarero y Elena Clemente, alcaldesa también de la localidad, Prieto ha mostrado su preocupación por una campaña “con unos precios bajos".
"Desde las administraciones -agregaba- hay que evitar someter a nuestro campo a una situación de incertidumbre, añadida a las circunstancias de preocupación y desconcierto que ya vivimos, la sociedad en general, por la preocupante crisis en la que nos encontramos”. El diputado regional citaba, aparte de la uva, el cereal y el girasol como ejemplo de que “las cuentas a nuestros agricultores no les salen. Ellos siguen garantizando la calidad de sus productos, pero su venta apenas les compensa los gastos y el trabajo”, añadía.
Prieto apuntaba cómo nuestros vinos son “excelentes embajadores de la provincia de Cuenca” y destacaba el tesón y la capacidad de mejora, “siempre buscando la excelencia” de cooperativas como la de ‘Nuestra Señora de la Soledad’, “que no solo han incorporado la innovación y la inversión como una elemento imprescindible para que sus vinos sigan compitiendo entre los mejores del mercado, sino que han demostrado también saber garantizar a todos sus integrantes el desarrollo de su trabajo desde los protocolos de seguridad que las empresas tienen que aplicar en estos momentos de pandemia”.
Ha abogado, por tanto, por una mayor eficacia a la hora de legislar y por una conexión más real entre “lo que nuestros agricultores viven en su día a día y plataformas como el observatorio de precios". Y es que, según su opinión, "lo que nuestro campo necesita ahora es que las familias que viven de él y que son esenciales para garantizar que el sector agrícola y ganadero siga siendo un potencial en la provincia de Cuenca, puedan continuar desempeñando su trabajo con la garantía de que lo que perciben por él es justo y que sus productos tengan el valor que su trabajo ha costado; sin olvidar, por supuesto, que sigan constituyendo una base para la economía provincial y también, por supuesto, que sus explotaciones sean un soporte sólido para crear empleo y fijar población en el territorio”.
