La Consejería de Agricultura ha puesto a disposición del sector del ajo los autobuses escolares para el desplazamiento de los trabajadores a las explotaciones agrarias, dado que estos no se están utilizando ahora debido al cierre de los centros educativos por la crisis desencadenada por la Covid-19.
Así lo ha avanzado el delegado provincial de Agricultura, Joaquín Cuadrado, que ha reconocido que el transporte es uno de los tres principales problemas a los que se enfrenta el sector, junto a la posible falta de mano de obra debido a la imposibilidad de contratar ahora a temporeros en origen en países como Rumanía, y al reto de garantizar un alojamiento adecuado a los trabajadores para esta campaña, que empezará a mediados de mayo y se prolongará hasta julio.
“Hemos ofrecido a los agricultores que contacten con las empresas del sector del trasporte escolar para que puedan llegar a algún acuerdo para usar los autobuses para el desplazamiento de trabajadores”, subraya.
No obstante, Cuadrado reconoce que esta medida puede no interesar a los empresarios dado que las cuadrillas suelen ser pequeñas, de entre ocho y diez trabajadores, por lo que puede que no les convenga el uso de los autobuses escolares.
“No sabemos si va a ser una medida interesante pero con tal de ayudar al sector, hemos intentado movilizar lo máximo”, apunta.
El problema del transporte de los temporeros tiene su origen en las limitaciones en el número de personas que pueden viajar en un vehículo durante el estado de alarma (dos en los coches y tres en las furgonetas). En este punto, Cuadrado señala que ha pedido a la Subdelegación del Gobierno en Cuenca que solicite al Ministerio que se intente flexibilizar esta medida para facilitar las cosas a los empresarios, dado que la campaña fuerte del ajo coincidirá con la última fase de la desescalada y se supone que para entonces la situación habrá mejorado.