“La pobreza en Cuenca tiene rostro de mujer”. Así lo ha destacado este lunes el director de Cáritas Diocesana de Cuenca, José Martín, durante la presentación de la Memoria de Actividades de 2019, que refleja que el pasado año la entidad benéfica atendió a través de distintos proyectos a 3.022 personas, siendo el 60% de los beneficiarios mujeres. En total, la organización invirtió 2.486.253,42 euros.
Martín, que ha estado acompañado por Mari Paz Ramírez, responsable de Comunicación de la entidad, ha subrayado los “lazos” que se crean con las personas a las que atienden, haciendo hincapié en que una de sus máximas es generar confianza entre los usuarios, algo que, según ha resaltado, logran no solo aportándoles recursos para cubrir necesidades básicas sino acompañándoles y aconsejándoles durante todo el proceso.
Desde Cáritas han agradecido la labor desarrollada por 287 personas –entre voluntarios, sacerdotes y técnicos- para atender a los más vulnerables.
En cuanto al presupuesto, más de la mitad –en concreto, 1.256.213 euros- procede de fuentes públicas, siendo la mayor aportación de la administración regional (936.619 euros). Los 1.171.868 euros restantes viene de manos privadas, contribuyendo la Iglesia con 172.503 euros.
Para minimizar las situaciones de exclusión y pobreza, desde el área de Acción en el territorio se ha atendido a 1.852 hogares para cubrir necesidades básicas y ofreciendo espacios de escucha. Cáritas Diocesana de Cuenca ha aportado más de 48.000 euros, a lo que habría que sumar las contribuciones de las Cáritas Parroquiales.
Incremento de servicios en el albergue de transeúntesEn cuanto al área de Inclusión Social, en el albergue de transeúntes se atendió a 603 personas, habiéndose ofrecido 11.168 servicios prestados, lo que supone un incremento de más de 2.000 servicios más que en el ejercicio de 2018.
El perfil del beneficiario es un hombre español -el 43% son de Cuenca-, mayor de 45 años y con estudios básicos. Desde Cáritas han indicado que entre seis y ocho personas duermen en la calle en la capital cada día.
Respecto al área de Mayores, destaca el servicio de comidas a domicilio, con 94 beneficiarios, a los que se ha ofrecido 17.909 servicios. En cuanto a la residencia La Cerca, en Huete, se atendió a 64 personas durante el año pasado.
Una de las apuestas de la organización para contribuir al proceso de recuperación de las personas más vulnerables es la formación. Así, desde el área de Economía Solidaria se trabajó durante el año pasado con 600 personas, habiendo realizado 107 de ellas cursos de formación, lo que posibilitó que se formalizaran 112 contratos, especialmente en servicio doméstico, construcción y hostelería.
Ramírez, que agradeció a las empresas que colaboran con la entidad en este apartado, detalló que el perfil del beneficiario en el área de Economía Social responde al de una mujer española, mayor de 45 años y sin estudios básicos.
Desde Cáritas han hecho hincapié en que las personas están en el centro de toda la actividad que desarrolla la entidad.