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Desarrollo Sostenible

La población de águila imperial recobra el pulso en la provincia

La Consejería de Desarrollo Sostenible tiene localizadas siete parejas de esta especie, que está en peligro de extinción. En 2018, solo había una
La población de águila imperial recobra el pulso en la provincia
Foto: Saúl García
13/06/2021 - Dolo Cambronero

Aunque el número no es para tirar cohetes, la población de águila imperial vive un buen momento en la provincia de Cuenca teniendo en cuenta que se trata de una especie en peligro de extinción. La Consejería de Desarrollo Sostenible tiene localizadas en la actualidad siete parejas mientras que en 2018 había tan solo una en territorio conquense después de décadas sin ningún ejemplar.       

El águila imperial ibérica se encuentra incluida tanto en el catálogo regional de especies amenazadas de Castilla-La Mancha como en el catálogo nacional en la categoría de “especie en peligro de extinción”. El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rodrigo Molina, explica que esta ave se extinguió en la provincia mucho antes de que se empezaran a elaborar censos y no hay citas conocidas antiguas. “Posiblemente en Cuenca desapareció antes de 1900”, precisa.

Cuando en septiembre de 2003 fue aprobado en Castilla-La Mancha el Plan de recuperación del águila imperial ibérica, solo constaba la existencia de ejemplares en las provincias de Ciudad Real y Toledo. Desde entonces, las medidas adoptadas han logrado reducir la mortalidad -la electrocución es una de las principales causas de fallecimiento de estas rapaces- mientras que la especie ha ido recolonizando de forma natural y se ha ido expandiendo, teniendo actualmente presencia en la totalidad de las provincias de la comunidad.    

En la provincia de Cuenca no sería hasta 2018 cuando se localizó una pareja nidificando, gracias a la recolonizacion natural. En 2020, ya se contaba con cuatro, teniéndose localizadas en la actualidad hasta siete parejas, que se reparten por La Mancha y La Manchuela. 

“Con anterioridad se veían a menudo ejemplares subadultos en fase dispersiva por la zona de La Mancha principalmente”, recuerda Molina, que señala que la tendencia al alza en el número de ejemplares refleja que es una especie “con cierto crecimiento”. “Hubo un declive en tiempos pasados pero está respondiendo bien a las medidas de conservación”, añade.

Entre estas medidas, se encuentra el seguimiento pormenorizado en la etapa de cría por parte de los agentes medioambientales aunque  la actuación más importante es eliminar el riesgo de mortalidad que supone la electrocución, mediante la corrección de tendidos eléctricos en la región. Otro de los caballos de batalla es la aplicación del plan regional de lucha contra los venenos.

Además de estas siete parejas en libertad, en las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘Albaladejito’ de Cuenca hay dos ejemplares de águila imperial, los dos irrecuperables para su devolución al medio natural. 

Una de ellas tiene cinco años y llegó procedente del centro de recuperación de Albacete con parte de un ala amputada debido a un disparo mientras que la otra tiene dos años y vino con una fractura en un ala y un traumatismo craneoencefálico. Se le operó de la fractura y salió bien pero del trauma craneal le han quedado secuelas que le impiden volar bien por lo que no se puede liberar de nuevo en la naturaleza, explican desde Albaladejito.

Otra de las especies en peligro de extinción es el águila perdicera, cuya evolución ha sido algo “peor” que la de la imperial. En la actualidad se tienen localizadas unas 15 parejas, siendo Cuenca la segunda provincia con más ejemplares, después de la de Albacete. El responsable de Desarrollo Sostenible precisa que se encuentra por toda la provincia aunque tiene predilección por las hoces de los ríos. Entre las actuaciones que se están llevando a cabo para garantizar su conservación se encuentran el  marcaje de individuos reproductores y jóvenes para hacer un seguimiento por GPS, la lucha contra los venenos, corrección de tendidos y el establecimiento de zonas de reserva y acotados.           

El milano real es otra especie en peligro de extinción en el ámbito nacional que se encuentra en declive especialmente en la última década. En la provincia de Cuenca, crían “dos o tres parejas cada año” y la población más importante es la que aparece en invierno. El seguimiento y protección de parejas en los nidos y de los dormideros en la época invernal, y la correción de los tendidos eléctricos son algunas de las actuaciones que se están desarrollando para preservar esta ave. “Es una especie muy sensible a los envenenamientos por lo que hacemos hincapié en la lucha contra el veneno”, subraya Molina. 

Otra de las especies de fauna amenazadas es el escribano palustre iberoriental, un pájaro de pequeño tamaño que, en la provincia de Cuenca, cría en las lagunas de Manjavacas -en el término municipal de Mota del Cuervo- y de Ballesteros, y en el embalse de Buendía. Las actuaciones de conservación incluyen desde la protección de su hábitat, evitando roturaciones a, en la medida de lo posible, regeneración de la especie con sus crías.

La población de águila imperial recobra el pulso en la provincia

La malvasía, un pato buceador que cría en la región en algunos humedales manchegos, también está en peligro. En la provincia de Cuenca, únicamente ha llegado a reproducirse algún año y se han localizado un par de parejas en la laguna del Taray Chico, entre Las Pedroñeras y Las Mesas. Para su conservación, el Gobierno regional trabaja en la protección de los humedales y en el mantenimiento de caudales y calidad de las aguas. 

Además, también corre riesgos el fumarel común, una suerte de golondrina que se puede ver en los humedales. Es una especie migrante que cría en el norte de Europa y se marcha a África, pasando por esta zona. Antiguamente se reproducía también en las lagunas de Manjavacas y del Hito aunque ahora solo está de paso en su migración primaveral y de otoño.

Finalmente, otra especie amenazada es la loína, un pez endémico del Júcar y del Cabriel. “Esta especie puede sufrir el impacto de obras, de vertidos, de extracción de caudales…”, advierte Molina, que detalla que también se ha visto afectada por la introducción de peces exóticos como el alburno, procedente de Centroeuropa y con presencia en Cuenca. 

 

La población de águila imperial recobra el pulso en la provincia

Aunque una de sus principales amenazas es el trasvase Tajo-Segura, dado que permite ‘viajar’ por el Júcar a especies como la boga, potencial competidor de la loína. Las actuaciones para su conservación contemplan la prevención de impactos en los ríos y está en marcha un estudio sobre la distribución de esta especie en la provincia de Cuenca.

Además de las especies en peligro de extinción, también hay otras catalogadas como sensibles a la alteración de su hábitat, vulnerables y de interés especial. Una de estas es el aguilucho cenizo, muy presente en la zona cerealista de La Mancha. Hay un programa de salvamento de nidos y se trabaja con los agricultores para impedir la destrucción de estos al cosechar.  

ESPECIES DE FLORA

El peligro de extinción también afecta a especies de flora. En concreto, en la provincia de Cuenca se encuentran tres: el tabaco borde, la estátice manchega y la platanaria menor.

La población de águila imperial recobra el pulso en la provincia

El tabaco borde solo aparece en Andalucía y en Castilla-La Mancha -en Guadalajara y en Cuenca-. En esta última se tienen localizados 44 ejemplares en La Serranía Alta y El Campichuelo. Un vivero, plantaciones de tabaco borde en el medio natural y vallados de protección de algunas de estas plantas son las medidas de conservación. 

Por su parte, la estátice manchega, conocida como limonio, es una especie endémica de la laguna del Hito. Se cuenta con un inventario de ejemplares y se protegen los lugares en los que aparece. 

Finalmente, la platanaria menor es una especie acuática cuya única población en nuestro país está en la laguna del Marquesado. “Mantiene una buena población, sin amenazas”, señala Molina, aunque se lleva a cabo un control y se están haciendo ensayos de reproducción e intentos de introducción en algún otro humedal. 

“Es importantísimo proteger los hábitats y nuestra biodiversidad y en eso estamos como Gobierno de Castilla-La Mancha, haciendo una gran apuesta por proteger a las especies emblemáticas en situación de vulnerabilidad. Mi agradecimiento a los agentes medioambientales y a los técnicos de Desarrollo Sostenible”, destaca el delegado.   

“El reto es que las generaciones venideras puedan disfrutar del patrimonio natural, al menos como nosotros”, concluye.