Con la inflación disparada desde hace más de un año y agravada por la guerra de Ucrania, el empresariado conquense ve mucha preocupación no solo el presente, sino también el futuro más inmediato.
El presidente de CEOE CEPYME Cuenca, David Peña, ha advertido, en el marco de un desayuno informativo con los medios, que “empezamos a tener empresas al límite” con esta escalada de precios, sobre todo aquellas que tienen bastante dependencia de las energías, como la luz y el gas, o los combustibles.
Una delicada situación que, según ha aclarado, aún no ha supuesto la interrupción de la actividad en ninguna empresa, pero “de seguir todo así, estamos seguros de que sí se van a producir y a no mucho tardar, sobre todo, en un sector muy importante para la provincia, como es el de transporte”. Y es que Peña ha alertado de que estas empresas están ahora entrando en pérdidas con la subida de los carburantes, por lo que teme que pueda haber un parón en este sector, que, sin duda, tendría consecuencias muy graves.
Por este motivo, ha asegurado entender la movilización prevista por los transportistas para el próximo 14, porque “ahora mismo no les salen los números” y, eso, en su opinión, “es insostenible”. De ahí que considere que el Gobierno debe de tomar cartas en el asunto y adoptar medidas encaminadas a este sector estratégico.
Por todo ello, el presidente de la patronal no duda en hablar de perspectivas de futuro nada halagüeñas, y más aún con la invasión rusa de Ucrania, que, a su juicio, “va a tener consecuencias en la economía mundial, manteniendo el crecimiento de la inflación y eso obligará a muchas empresas a parar su actividad”.
Y es que, según ha subrayado, “la inflación es el mayor enemigo de las empresas”, ya que no solo les perjudica por incrementar los costes de producción, sino también por provocar una caída en el consumo, lo que sin duda repercute negativamente en la actividad comercial.